Un sismo con magnitud preliminar de 5,9 sacudió el jueves la frontera entre California y Nevada, aunque algunas personas dijeron haberlo sentido a cientos de kilómetros (millas) de distancia, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés).
No se informó de momento de víctimas ni daños.
El movimiento telúrico se registró a las 3:49 de la tarde en una zona ubicada a unos 402 kilómetros (250 millas) al este de San Francisco y al sur de Lake Tahoe. Tuvo su epicentro a 6,5 kilómetros (4 millas) al suroeste de Walker, un pueblo de California con menos de 900 residentes. Le siguieron una docena de réplicas, y al menos una tuvo magnitud de 4,6, según el USGS.
Sally Rosen, propietaria de un frecuentado restaurante de hamburguesas en la localidad de Walker, dijo que su bebé de 2 años dormía en sus brazos en su casa atrás del restaurante cuando se sintió el temblor.
“Sentimos el movimiento del edificio sin que supiéramos de qué se trataba al principio”, afirmó Rosen a KGO-TV en San Francisco. “Continuó, fue bastante intenso y sinceramente fue aterrador. Salimos a toda prisa de la casa y corrimos hacia el restaurante porque lo primero que pensamos fue: “Santo cielo, debemos apagar el gas”.
Dijo que tazas y otros objetos cayeron de los anaqueles y que el aceite de las freidoras salpicó el lugar.
La carretera federal 395, una importante arteria que cruza la parte norte de la Sierra Nevada, fue cerrada debido al desprendimiento de rocas, dijo el Departamento de Transporte. El cierre abarcó unos 64 kilómetros (40 millas) desde cerca de la localidad de Willow Springs hasta la frontera de Nevada.