Ronna Risquez, Coordinadora de la asociación Monitor Víctimas, fue entrevistada este jueves por el coordinador de redacción del medio de comunicación Runrunes, Luis Ernesto Blanco, para abordar los hechos violentos registrados en las últimas horas, en los alrededores de la Cota 905 en Caracas.
La periodista especializada en crimen organizado, explicó durante su intervención que la banda de «El Koki» tiene una «prioridad económica», lo que se evidencia en el interés de querer controlar territorio donde llevar a cabo sus actividades ilícitas.
«El uso de la fuerza de esta banda es excesivo, su prioridad es económica. Están dedicados al microtráfico de drogas, también tienen vínculos con grupos que se dedican a la explotación y contrabando de oro, chatarra, y están vinculándose a más actividades delictivas. Usan armas que ellos adquieren en mercados negros y por medio de funcionarios que comercializan armas que pertenecen a los cuerpos de seguridad del Estado», indicó.
Agrega que los lideres de estas bandas «tienen el interés de querer controlar el territorio o de convertir su estructura por medio de la gobernanza criminal».
«La gobernanza criminal tiene tres puntos: Relación con la comunidad, actividades ilícitas y un vinculo con el gobierno, el vinculo pasa por la inacción, cuando permites que estos grupos suministren alimentos a las comunidades, estás validando que el grupo lo haga, esta omisión contribuye a la gobernanza criminal».
Añade que «desde finales del año pasado y durante este año, casi todas las acciones que hemos visto de la banda de El Koki está enfocada en una demostración de poder y fuerzas, de que ellos pueden controlar 5 parroquias y ejercer influencia el resto de las parroquias, buscan demostrar poder para exigir respeto».
Sobre el armamento que usan estas bandas delictivas, señala que «tienen armas modernas y además en investigaciones realizadas por la Comisión Desarme se determinó que un porcentaje importante de estas armas son elaboradas en CAVIM».
En referencia a las acciones violentas emprendidas por los antisociales, manifiesta que «cuando se dan estas acciones ha habido una respuesta de la policía y empiezan los enfrentamientos, hoy vimos que se registro la muerte de 2 funcionarios de la PNB».
En este sentido, señala que aunque hay un interés real en los organismos de seguridad en erradicar la violencia, dentro de los cuerpos de seguridad «hay funcionarios de todo tipo».
«Hay de todo, se ven funcionarios que quisieran poder ejercer alguna acción para acabar con estos grupos delictivos, hay una espíritu de que su labor es combatir la delincuencia, pero también sabemos que dentro de los distintos cuerpos de seguridad hay funcionarios investigados y vinculados con estas organizaciones, hay funcionarios que buscan que les quede algo de estas ventas que generan estas bandas delictivas por medio de la extorsión. No pudiéramos decir que existe una sola línea. Dentro de las policías venezolanas hay funcionarios de todo tipo», puntualiza.
Por otra parte, Risquez aseveró que estos grupos «son estructuras bastante organizadas que se comunican, no tengo la versión exacta de que El Koki tenga vínculos con el Tren de Aragua, pero si con organizaciones que operan en otras áreas del país».
«Zonas de paz no funcionaron»
La comunicadora social también hizo referencia a las llamadas «zonas de paz» implementadas por las autoridades.
«Las zonas de paz no funcionaron, la idea de estas era acabar con esos enfrentamientos, lo que ocurrió es que estas bandas se unieron para enfrentar a su enemigo común: los cuerpos de seguridad. Las zonas de paz terminan distorsionándose, comienzan las OLP y estas van acabando con las zonas de paz», dijo.
En este sentido, instó a buscar soluciones urgentes para abordar la situación de violencia que se vive en la ciudad de Caracas.
«Hay que pensar en una solución con expertos, tiene que existir una política de seguridad para poder abordar esta situación. Una política integral que incluya empleo para los jóvenes, no solamente que se desarme a los miembros de la banda», concluyó.
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