El tiempo se convirtió en esperanza para Soledad Bravo que hoy ya puede hablar de recuperación sin temores y que a sus 78 años está llena de amor y agradecimiento a la vida, a la gente, a la solidaridad, al país que la acompañaron este año durante su paso largo por la COVID-19.
El fuerte apoyo de la Fundación Frigilux, les permitió superar esta enfermedad que hubiera sido muy difícil de no haberla tenido.
“Hoy mis sonrisas son de amor y agradecimiento a la vida y al país que me ha dado tanto. Venezuela esta llena de gente bonita. Gracias a todos los que nos apoyaron durante nuestra enfermedad y de nuevo a Yaser Dagga y a la Fundación Frigilux por tanto amor. Dios los bendiga”, fue el mensaje expresado por Soledad a través de sus redes al estar segura de su recuperación.
A finales del mes de marzo se conoció que la cantante y los miembros de su familia se habían contagiado por el COVID-19, información que de inmediato movilizó a sus fanáticos y seguidores así como al mundo del arte y espectáculo del país y del extranjero.
En un principio por no disponer de un seguro médico ni de recursos recurrieron a la campaña GoFundMe, pero no hizo falta ya que la Fundación Frigilux asumió la situación, apenas tuvo conocimiento de la situación y junto a amigos de la cantante que también colaboraron, la casa de la cantante se convirtió en un hospital con atención médica completa y todo lo requerido para su tratamiento, como lo señaló la hija de Soledad, Ana Sol en su momento. La Fundación se encargó de la familia completa y afortunadamente todos salieron bien.
Hoy, luego de varios meses de tratamiento, de altibajos de momentos difíciles, la mujer que llevó su voz por el mundo a nombre de Venezuela esta muy agradecida y llena de amor por lo que no quiere perder la oportunidad de dar las gracias, a esa gente que se volcó con sus oraciones y palabras de aliento a mantenerle viva la esperanza y la fe.
Miles de seguidores diariamente le hablaban , expresaban su admiración, su apoyo, su amor, le daban fuerza para luchar y así 3 meses después de iniciar este largo proceso Soledad se siente más llena de amor que nunca y quiere expresarlo a su público.
Ahora, llena de vida otra vez, tal vez regrese a las tablas para cantar lo que quiera, aunque como ella dijo hace algún tiempo “no tendré tiempo ni vida para cantar todo lo que he querido y querré”. Pero su voz sigue fuerte y viva y seguro que así se mantendrá por mucho tiempo aún.