La vida de José Gregorio Hernández lo sigue haciendo merecedor de honras. El pasado 30 de abril, el también conocido como “Médico de los pobres” fue declarado oficialmente como el cuarto beato de Venezuela y como el primer laico en ser reconocido como tal.
La feligresía venezolana, que no pudo volcarse a las calles por las restricciones derivadas de la pandemia de coronavirus, festejó en sus parroquias y en sus corazones la buena nueva de la iglesia católica.
Tras más de 70 años de espera, desde que se hizo la apertura del proceso, una causa tan justa para los fieles venezolanos, acercó al doctor trujillano un poco más a los altares del cielo.
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