Ana Rosario Contreras, presidente del Colegio de Enfermería de Caracas rechazó que los venezolanos sean utilizados como “ratones de laboratorio”, a propósito de la compra de 12 millones del prototipo de vacuna cubana, denominada Abdala.
“Los venezolanos fuimos sorprendidos con la compra de 12 millones de una aspirante a vacuna. Nosotros vamos a seguir manteniendo una exigencia. Los venezolanos no somos ratones de laboratorio, somos ciudadanos que merecemos ser respetados. Si alguien quiere participar en este ensayo experimental, con este prototipo de vacuna Abdala, debe dejar por escrito su consentimiento informado para que asuma las consecuencias que puedan surgir”, expresó en rueda de prensa.
Ante la pretensión del régimen de aplicar el prototipo de la vacuna cubana, la profesional de la Enfermería explicó que los productos biológicos deben cumplir con tres fases para su implantación, así como contar con la aprobación de la Organización Mundial de la Salud. “La primera, seguridad; la segunda, donde se determina la inmunidad; la tercera, es la eficacia. Para que esto se cumpla, debe ser publicado en revistas médicas o científicas y además gozar de la aprobación de la OMS. Acá no se ha cumplido este procedimiento”, explicó.
Contreras sostuvo que la dosis Abdala expresa claramente en su empaque que es un “ensayo experimental”, razón por la que explicó se viola “el derecho a la autonomía, principio ético rector de la salud”.
“Los venezolanos tenemos el derecho a ser protegido por un Estado responsable. Necesitamos tener vacunas certificadas. Por Covax entraría una vacuna certificada y fue rechazada por el régimen y ahora pretenden imponer un prototipo que no ha cumplido con el rigor científico”, apuntó.
En nombre del gremio de Enfermería, Contreras se sumó a la advertencia que hicieron la Academia Nacional de Medicina, Médicos Unidos por Venezuela y otras instituciones, frente a la aspirante a vacuna Abdala.