El papa Francisco brindó el martes un afectuoso agradecimiento público a Benedicto XVI, cuyo retiro en 2013 remeció a la Iglesia católica y el mundo.
Los turistas y romanos en la Plaza de San Pedro aplaudieron cuando Francisco recordó que era el 70mo aniversario de la ordenación sacerdotal de Benedicto XVI en su Alemania natal.
Joseph Ratzinger llegó a ser un funcionario poderoso en el Vaticano como guardián de la ortodoxia doctrinaria. En 2005, fue elegido papa y tomó el nombre de Benedicto XVI. En febrero de 2013 anunció su retiro, siendo el primer pontífice en 600 años que toma esa medida.
Benedicto XVI, quien tiene 94 años, dedica sus últimos años a la oración en un monasterio dentro del Vaticano. Francisco dijo: “A ti, Benedicto, querido padre y hermano, va nuestro cariño, nuestra gratitud y nuestra cercanía”.
Añadió que Benedicto “vive en el monasterio, un lugar que se hizo para acoger a las comunidades contemplativas aquí en el Vaticano, para que rezaran por la Iglesia”.
“Actualmente, él es el contemplativo del Vaticano, que pasa su vida rezando por la Iglesia y por la diócesis de Roma, de la que es obispo emérito”, prosiguió Francisco. “Gracias, Benedicto, querido padre y hermano. Gracias por tu testimonio creíble. Gracias por tu mirada continuamente dirigida hacia el horizonte de Dios: ¡gracias!”.
Algunos observadores de la Iglesia han expresado su inquietud ante el hecho de que un papa retirado y uno en activo convivan en el Vaticano. Otros han criticado la renuncia.
Francisco, de 84 años, suele visitar a Benedicto XVI en el monasterio. También ha dicho que si, como su antecesor siente que le faltan las fuerzas para llevar a cabo la misión pontificia, podría pensar en renunciar.
