Director: Craig Gillespie – Guion original: Dodle Smith
Nadie sale ileso de la infancia y al terminar de ver Cruella lo más probable es que usted cierre los ojos y contemple rostros, episodios, olores, cicatrices de aquello que, al aparecer, ha quedado perdido en su memoria y aún están allí, ese algo que tienes que lidiar el resto de tu vida, o con la idea que tienes de él.
La película nos remonta a la infancia y adolescencia de Cruella de Vil, (personaje villano de la novela de Dodle Smith 101 Dálmatas del año 1956) quien nació con el nombre de Estella. Y en donde con el salto del tiempo usted descubrirá las circunstancias en las que creció para comprender los orígenes de su maldad.
La historia es así: Londres, años 70. Decidida a convertirse en una exitosa diseñadora de moda, una joven y creativa estafadora llamada Estella (Emma Stone) se asocia con un par de ladrones para sobrevivir en las calles de la capital británica. Pero cuando su talento para la moda llama la atención de la legendaria diseñadora, la Baronesa Von Hellman (Emma Thompson), Estella cambia el rumbo de su vida hasta que una serie de acontecimientos la llevan a asumir su lado malvado y a convertirse en la estridente y vengativa “Cruella”.
Las experiencias vividas en la infancia de Cruella determinaron su vida cuando adulta. Sus heridas emocionales a una edad de no comprensión dejaron huellas de crueldad, venganza y necesidad de destacar.
Al respecto la investigadora Tania Losada, coordinadora de Criar con Sentido Común en Madrid, nos dice que “Las heridas emocionales de la infancia son una especie de lesión afectiva que nos impide llevar una existencia plena. Su huella es tan profunda que incluso nos dificulta las relaciones personales”.
“Es frecuente – Continua la investigadora- que estos signos se evidencien en infinitos modos: ansiedad, depresión, fracaso en las relaciones afectivas, pensamientos obsesivos, actitud defensiva o agresiva, inseguridad, miedo, desconfianza”.
La verdad es que todos fuimos al principio niños, aunque poco se recuerde. Cruella no olvidó jamás el dolor de su infancia. A veces la infancia es más larga que la vida.
Cruella por momentos adquiere un encanto entre grotesco y sofisticado bastante simpático, y en otros quiere ser demasiadas cosas a la vez.
Es un film que atrapa pues en otro tono y con otros objetivos la película hace lo mismo que Joker (2019), o sea contar el nacimiento de quien es presumiblemente un villano.
Tanto Cruella como el Joker muestran lo difícil de sus infancias en una puesta de justificar sus acciones de adultos y una humanización de los villanos que el cine lleva haciendo desde hace un tiempo y que no necesariamente son ciertas y normales, pues debemos recordar que los niños son muy buenos captando impresiones y teniendo sensaciones, pero no buenos para interpretarlas por diversas razones biológicas y de inmadurez mental propio de su edad.
La película es también una comedia de aventuras con algunas escenas de acción, comienza contado en primera persona por la protagonista y donde ya daba indicios de su doble personalidad, de distorsión de su entorno, rasgo que se acentúa por la característica física de su cabello, mitad negro y mitad blanco.
Y esa distorsión en la interpretación de la realidad de Cruella marca toda la trama; haciéndonos pensar que el villano se hace por el devenir de la vida, por el sufrimiento, el dolor y las continuas decepciones. Les pido que bajo esta hipótesis vean el film y saquen sus propias conclusiones.
Cruella aparece en la lista de los mejores villanos del cine en todos los tiempos, luego de Hannibal Lecter, fue el primer gran evento de alfombra roja desde que comenzó la pandemia covid-19, ha recaudado 132$ millones en todo el mundo, su duración es criticada por unos y beneficiada por otros: dos horas 15 minutos. Deslumbra por su vestuario, tiene buen ritmo, canciones y exquisitas actuaciones de las Emmas.
Es sin duda un film para cualquier edad…solo hay que mirar con los ojos de un niño.
Fritz Márquez
@fritzmarquez360