La posible vacuna cubana «soberana 2» podría tener una eficacia del 62%, de acuerdo con lo arrojado en recientes estudios realizados por científicos a cargo de la investigación.
La candidata a ser considerada vacuna, Soberana 02 contra el coronavirus, desarrollada por el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) de Cuba mostró una eficacia de 62% en los análisis preliminares de la tercera fase de ensayos clínicos, informaron este sábado los científicos.
El director del IFV, Vicente Vérez, precisó que el porcentaje se ha obtenido a partir del análisis intermedio de los resultados en los voluntarios a los que se les aplicaron dos dosis de Soberana 02 con 28 días de diferencia.
Esta fórmula, una de las cinco que se investigan en Cuba, es una vacuna conjugada de subunidad -tradicionalmente muy seguras- que combina el antígeno del virus y el toxoide tetánico para estimular la respuesta del sistema inmune.
Vérez calificó de «muy reconfortante» el resultado, porque se ha obtenido en un escenario de circulación «de las variantes más preocupantes por su transmisibilidad».
También subrayó que con estos resultados se cumplen los requisitos de la Organización Mundial de la Salud para considerar un candidato en estudio como una «vacuna eficaz», dado que ese organismo establece una eficacia mínima de 50%.
Los científicos del IFV avanzaron que en los próximos días se solicitará la autorización de uso de emergencia de Soberana 02 al Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, el organismo regulador en Cuba.
Una vez aprobado el uso de emergencia, Soberana 02 adquiriría oficialmente la categoría de vacuna y se convertiría en la primera contra la covid-19 desarrollada en Latinoamérica.
El resultado anunciado hoy fue obtenido por un comité científico interdisciplinar, independiente, con profesionales del Instituto Pedro Kourí de Medicina Tropical, el Centro de Inmunología Molecular y el Ministerio de Salud Pública.
Tanto Soberana 02 como Abdala (la otra medicina que desarrolla Cuba contra el coronavirus) han sido administrados ya a decenas de miles de cubanos bajo la figura de estudios de intervención sanitaria y en paralelo a los ensayos clínicos.
Cuba no integra el Mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud creado para que los países de ingresos medios y bajos accedan a las vacunas, ni tampoco las ha comprado en el mercado internacional.