Este sábado 12 de junio se cumplió un año de haber sido capturado Alex Naim Saab Morán, en el aeropuerto Amilcar Cabral, de Isla de Sal, en la república de Cabo Verde, la pregunta que flota en el ambiente es: ¿Será o no extraditado a los Estados Unidos, para ser juzgado por lavado de dinero, corrupción, estafa y otros delitos?
El régimen de Nicolás Maduro, a través de la cancillería, ha venido manifestando su complacencia por el comunicado del Comité de Derechos Humanos sobre Nuevas Comunicaciones y Medidas Provisionales, que ha pedido, esta semana, al gobierno de Cabo Verde que se “abstenga de extraditar “ al mencionado individuo.
No es de extrañar esa actitud porque Saab fue aprehendido el viernes 12 de junio de 2020 y al día siguiente el canciller Jorge Arriaza pidió su liberación, utilizando como pretexto que se trataba de “agente del gobierno bolivariano de Venezuela”, recordó el doctor Miguel Soto, abogado constitucionalista, quien ha venido analizando el caso desde ese entonces.
Tan pronto se produjo su detención, una de las primeras personas en reconocer su vinculación con el régimen chavista-madurista fue la ex fiscal general, Luisa Ortega Díaz, quien lo señaló de ser “testaferro” del mandatario venezolano.
En el libro del periodista investigador Gerardo Reyes, recientemente en circulación, Alex Saab la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro, se relata que Luis Samir Saab Rada, padre del detenido, recibió una llamada del gobernante venezolano, asegurándole, en ese entonces, que gestionaría su libertad utilizando medios diplomáticos.
Aún más: el 29 de diciembre de 2020, Maduro lo designó embajador extraordinario y plenipotenciario en la misión de Venezuela ante la Unión Africana, con sede en Adis Abeba, Etiopía.
Ese rango diplomático, manifestó al ser consultado por Elimpulso.com, el doctor Nelson Valera, quien fue embajador de Venezuela por 25 años en Rusia, China y países de Europa, fue muy raro, ya que aunque es competencia de cualquier Estado designar sus representantes, ese ciudadano no aparecía en la nómina de la cancillería venezolana.
Ese nombramiento fue muy sospechoso, ya que las propias autoridades de Cabo Verde se extrañaron que después de seis meses de estar detenido Saab fuese designado funcionario diplomático y, en consecuencia, esa designación fue desechada por la justicia de aquel país.
Pero, ni por medios diplomáticos, ni con la utilización de una serie de abogados, incluyendo al reconocido internacionalmente ex juez Baltasar Garzón, la defensa ha fracasado en todos sus intentos y el empresario se mantiene en encarcelamiento domiciliario.
Entre lo legal y lo ilegal
Gerardo Reyes profundizó su investigación de la vida de Saab, hablando hasta con sus compañeros de infancia, en Barranquilla, donde nació al que llama chacal financiero de la revolución bolivariana.
Quienes le conocieron dijeron que era un hombre modesto, apegado a su familia y con la intención de ser un empresario textil, ya que había montado la fábrica Shatex S.A.,en 1998 y la hizo desaparecer doce años después; pero, ya no le interesaba ese tipo de actividad.
En el 2003, cuando estaba maltrecho económicamente, vio una gran oportunidad de hacer billetes viniéndose a Venezuela, para aprovechar el control cambiario.
Entre el 2004 y 2007, según las investigaciones hechas por las autoridades colombianas, hizo operaciones legales y ficticias, manipulando sus declaraciones de sus cuentas y llevando doble contabilidad.
Su habilidad lo lleva a confundirse con los grandes empresarios y logra conocer a conocer a Álvaro Enrique Pulido Vargas (cuya verdadera identidad es Enmanuel Rubio González), quien se convertiría en su socio. Monta 8 empresas, siete de las cuales eran de maletín, para aprovechar las oportunidades que ofrecía el control de cambio en Venezuela, que se hacía a través de Cadivi.
De acuerdo con Reyes, su mayor oportunidad se le presenta cuando, junto a reconocidos empresarios, conoce a la senadora Piedad Córdoba, quien se convirtió en su hada protectora.
La señora Piedad, haciendo honor a su nombre, le presentó un día del mes de octubre del 2010, a las diez de la noche, al entonces ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Maduro y luego Saab también hace amistad con Tareck El Aissami y mucha más con el secretario privado del canciller, William Amaro, asegura el investigador.
Los fabulosos negocios
Saab fue más allá y logró ingresar a Miraflores, donde se ganó la confianza de Hugo Chávez, a quien le propuso ayudarle a construir las casas que quisiera en el programa de la Misión Gran Venezuela y, desaparecido el hijo de Sabaneta de Barinas, continuó su relación con Maduro.
Las investigaciones determinan que en el 2011, por el negocio de las casas prefabricadas, recibió 685 millones de dólares. Pero, no las hizo.
En el 2016, 340 millones de dólares por el suministro de alimentos a la gobernación del Táchira.
Al año siguiente, 425 millones de dólares por la venta de las cajas Clap al Ejecutivo Nacional, negociados por su compañía Group Grand Limited. Y otros 548,78 millones a través de su empresa Asasi Food FZE con sede en los Emiratos Árabes.
Saab fue señalado por las autoridades del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos como cabecilla de una red de corrupción, a través de empresas,directores y funcionarios venezolanos.
No sólo se le impusieron sanciones a él, sino también a José Gregorio Vielma Mora, Walter Jacob Gavidia Flores, Yosser Daniel Gavidia Flores, Yol Deparswal Gavidia Flores, Mariana Staubinger Lemoine, Isham Ali Saab Certain, Ghadi Naim Saab Certaín, así como a las empresas ya mencionadas y Seafiro Foundation.
En septiembre de 2019, Estados Unidos incluyó 16 empresas más de Saab, que se agregaron a otras 13 del mismo empresario que ya habían sido sancionadas.
Lavado de activos
A Saab lo están investigando en los Estados Unidos desde octubre de 2018 por sus actuaciones delictivas entre 2004 al 2011, especialmente en lavado de activos que habría obtenido por las negociaciones con el gobierno de Venezuela.
El 9 de junio de 2020, la Fiscalía General de Colombia informó la extinción de sus bienes valorados en 35 millones de peso, representados en 7 inmuebles. Inmediatamente se activó la circular roja de Interpol en su contra.
Captura
La detención de Saab se produce en el aeropuerto de Isla de Sal, Cabo Verde, como resultado del alerta roja de Interpol, emitida por la justicia de los Estados Unidos, a solicitud de la Fiscalía del Distrito Sur de Florida que lo había acusado formalmente de conspirar para cometer lavado de dinero y por lavado de dinero, relacionados con un plan de pagos de sobornos para aprovechar el tipo de cambio controlado por el gobierno de Venezuela.
La acusación también implica a su socio Álvaro Enrique Pulido Vargas, a quienes se les señala de haber hecho un esquema de corrupción por 350 millones de dólares.
Otro de los señalamientos que han sido hechos contra el empresario barranquilero es que desde el año 2018, el gobierno de Venezuela utilizó el oro para pagar algunos contratos, incluyendo los de Saab, quien convirtió el mineral en divisas.
Para el doctor Aníbal Palacios, respetable abogado penalista larense, el delito de lavado de activos es uno de los más graves castigados por la justicia estadounidense y, en consecuencia, el empresario colombiano será juzgado en aquel país, ya que se han cumplido todo el proceso para ser extraditado.