Las puertas del Ministerio del Trabajo fueron tomadas este jueves por un grupo significativo de maestros, clamando no más salarios miserables y por el reintegro de las prestaciones sociales robadas por la gestión de Maduro a causa de la brutal hiperinflación, a pocas horas para que el ministro de Educación se reúna con las distintas federaciones del sector a discutir el contrato colectivo.
Durante la protesta rechazaron el proyecto de ley del Ejercicio de la Profesión Docente, por cuanto consideran que impone el modelo comunal en las escuelas.
Gricelda Sánchez, secretaria de contratación colectiva y reclamos del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital emplazó tanto a Eduardo Piñate, como a las propias federaciones de educadores a realizar la discusión del contrato colectivo de cara al gremio docente, recordando que el vigente actualmente ha sido violado repetidas veces por la administración de Nicolás Maduro.
“Exigimos condiciones laborales dignas, con un salario decente para los maestros, el cual en nuestra opinión debe rondar los $600, además se nos cancelen el 280% de la deuda con sus recurrencias, políticas de seguro de HCM para que dejen de morirse los maestros de mengua en los hospitales. Sin olvidarnos de reactivar el servicio del Ipasme el cual está en ruinas”, afirmó.
Sánchez recalcó el rechazo de todo el sector educativo a ese proyecto de ley del Ejercicio de la Profesión Docente, el cual buscan aprobar sin discusión alguna por parte de la Asamblea Nacional controlada por el chavismo.
“Es una legislación violatoria totalmente a la Constitución, teniendo como objetivo partidizar aún más la educación venezolana reafirmando la cruel realidad vivida hoy en las escuelas convertidas en centros controlados por el PSUV, ocasionando la suspensión de centenares de maestros solo por exigir humanas condiciones de trabajo y rechazar la injerencia de partidos políticos dentro de las aulas de clases”, aseguró.
La presidente de la asociación civil para la Formación de la Dirigencia Sindical (FORDISI), exigiendo el cese de la persecución contra el gremio de profesores, donde hasta un maestro del estado Sucre como Robert Franco se encuentra preso desde más de 6 meses acusado injustamente de terrorismo.
“Exigimos estabilidad laboral ya que con estas condiciones ningún docente podrá reincorporarse a clases, recordando que desde 2018 el régimen de Maduro nos dejó sin salario real. Lo que recibimos mensualmente son limosnas”, precisó.
Hablan los profesores de los barrios
Por su parte, Franklin Piccone, docente de Petare, manifestó que la educación en Venezuela está herida de muerte, ahora no solo porque un paro técnico de facto el cual impide a los docentes trasladarse a sus lugares de trabajo dados los salarios de hambre, igualmente el tema de las escuelas cuyas infraestructuras están por el suelo, sin agua ni luz y un contenido ideologizado y obsoleto, sin los requerimientos tecnológicos que exige los tiempos de hoy. “No, ahora resulta que los consejos descomunales son los que van a decir si un docente puede dar o no clases, como si fueran especialistas en la materia, pero lo peor es que ahora para ascender un docente tiene que pertenecer a la milicia. Se trata de una verdadera locura. La cual debemos enfrentar siendo este un adefesio jurídico hecho por personas ajenas al ámbito educativo”.