El norte de la Tierra pudo disfrutar de un bello espectáculo el jueves al amanecer: un eclipse solar con “anillo de fuego”.
El eclipse anular comenzó sobre la provincia canadiense de Ontario, recorrió Groenlandia, el Polo Norte y finalmente Siberia a medida que la Luna pasaba directamente frente al Sol.
Se produce un eclipse anular cuando la luna nueva se encuentra en su punto más alejado de la Tierra, por lo que luce más pequeña y no tapa totalmente el Sol cuando está perfectamente centrada.
El norte de Norteamérica, Europa y Asia disfrutaron de un eclipse parcial donde el cielo estaba despejado. En esas zonas la Luna parecía tomar un bocado del Sol.
Fue el primer eclipse visible desde América del Norte desde agosto de 2017, cuando un eclipse total cruzó Estados Unidos. El próximo será en 2024.