Nicolás Maduro se ha aferrado al poder a costa de la destrucción de Venezuela. La sentencia es de Julio Borges, comisionado de Relaciones Exteriores del Gobierno interino, en entrevista con José Emilio Castellanos, editor de Análisis Libre.
Borges señaló que la figura de Nicolás Maduro es tóxica para el mundo por las violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos. «La percepción que hay es que Maduro sigue en el poder haciendo lo que le da la gana, pero eso a costa de la destrucción del país e incluso de su propia posibilidad de perdurar en el tiempo».
A su juicio, existe fractura muy importante entre Maduro y la Fuerza Armada Nacional a causa del desgaste de la institucionalidad, los bajos salarios de los funcionarios castrenses y la pérdida de la meritocracia.
«La Fuerza Armada venezolana no quiere el proyecto cubano. Tampoco quiere la presencia de rusos e iraníes haciendo labores de inteligencia, ni mucho menos enviar a los jóvenes al combate a que sean secuestrados por grupos narcotraficantes y terroristas, que el propio Maduro permitió que ingresaran al país».
El conflicto armado en Apure, adujo, fue el resultado de años de complacencia de parte del Estado en la zona fronteriza, lugares estratégicos donde reina el narcotráfico y el contrabando de oro, coltán y diamantes. Su denuncia es respaldada por organizaciones defensoras de Derechos Humanos, las cuales han advertido la inacción de las autoridades para frenar a los grupos irregulares.
La persistencia como único camino
Explicó el comisionado Borges que en Colombia tuvo lugar una reunión de los principales líderes de oposición para definir estrategias que permitan la recuperación de la democracia en el país.
Aunque reconoce que el camino no es fácil, asegura que la persistencia en la presión interna y externa marcará la diferencia para lograr el cambio político. «Es necesario que la gente entienda que este proceso es cíclico. Nos importa emplazar al régimen con un tema fundamental que es la realización de elecciones libres en Venezuela. Hay gente que piensa que Maduro está fuerte. Yo pienso que no. Lo que ha hecho es sobrevivir destruyendo al país».
Borges asegura que la fractura de Maduro con los componentes militares, la comunidad internacional y el pueblo venezolano, son elementos suficientes para lograr el desenlace. «Nosotros tenemos que seguir insistiendo, persistiendo, empujando. El mundo entero también lo está señalando. Lo importante es que seguimos en el mismo camino y con la misma meta: salir de Maduro».