La segunda ola de la COVID-19 en Venezuela ha sido más letal que la de 2020. Sortear la contingencia ha sido diferente en cada región del país. ElImpulso.com junto a Correo del Caroní, Yaracuy al Día, La Nación, Tal Cual y La Mañana presentan en este especial, de seis entregas, las mayores dificultades para atender la COVID-19 en seis estados que estuvieron liderando las cifras de contagios y fallecidos entre marzo y mayo de 2021
La tarde del domingo 4 de abril Nicolás Maduro anunció en una alocución transmitida por Venezolana de Televisión que el estado Lara se encontraba entre las 13 regiones donde circulaba la variante brasileña P1 y P2 del SARS-CoV-2.
Desde ese momento, las autoridades regionales encabezadas por Adolfo Pereira, quien ocupa la gobernación y Javier Cabrera, director de salud en la entidad, hicieron un llamado a los larenses a resguardarse en sus hogares y a cumplir estrictamente las medidas de bioseguridad para protegerse del virus Wuhan. Sin embargo, la crisis económica que atraviesa el país ha obligado a los oriundos de esta región a desafiar el coronavirus y salir a la calle a buscar el sustento para su familia.
La doctora Deyanira Gentile, coordinadora de la comisión de la COVID-19 del Colegio de Médicos, aseguró a Elimpulso.com que en las últimas semanas crecieron consideradamente las cifras de contagios en Lara y recalcó que en la actualidad no existen cupos en los hospitales y centros centinelas para atención de casos de coronavirus.
“En algunos centros centinelas se ha disminuido el número de camas como pasó en hospital Armando Velásquez Mago de Sarare, ubicado en el municipio Simón Planas. Sabíamos que esto iba a suceder. Cuando la pandemia se incrementa sobrepasa la oferta. Mucha gente se ha visto en la necesidad de salir a la calle lo hace sin distanciamiento, con tapabocas de telas y montados en las pocas unidades de transporte y todo eso incrementa los casos”, destacó Gentile.
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Pero el incumplimiento de las medidas de bioseguridad no son la única razón por la cual han aumentado los casos de esta enfermedad en Lara.
El presidente del gremio de médicos de la región, René Rivas, aseguró a esta casa editorial que existe un subregistro de los casos “porque se están llevando a cabo varias etapas en el tratamiento del virus”.
“Hay muchos pacientes hospitalizados en sus casas y esto conlleva a que no haya un control epidemiológico real y muchos de esos pacientes de tratamiento domiciliario empeoran sus condiciones y cuando llegan a la atención médica, pública o privada, van en situación severa de enfermedad y el proceso clínico es irreversible”, aseveró Rivas.
Por su parte, Elda Jiménez, presidenta del Colegio de enfermeras de la entidad, coincide con el doctor Rivas y agregó que la curva de la COVID-19 también va en ascenso debido a la escasez del servicio del agua potable y la turbidez o insalubridad con la que llega en algunos sectores de la región.
“El estado Lara siempre ha tenido problemas con el servicio del agua potable, pero desde hace aproximadamente 15 días se ha presentado mucha insuficiencia en los hogares y cuando les llega, en muchas ocasiones no es apta para el consumo. Lavarse las manos requiere de agua y si la región no tiene existe mayor probabilidad de que la curva de la COVID-19 este en ascenso”, señaló Jiménez .
De acuerdo con el reporte emitido por la Gobernación del estado Lara en la primera semana de junio, la cifra de casos activos subió un 10%. Además, recalcaron que el 54% de los contagiados en la entidad son personas de 20 a 49 años, el 37% corresponden a pacientes de 50 a 80 y el 9% son de 0 a 19 años.
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