La segunda ola de la COVID-19 en Venezuela ha sido más letal que la de 2020. Sortear la contingencia ha sido diferente en cada región del país, por particularidades propias de estas y por el manejo de la pandemia de los gobiernos regionales. ElImpulso.com junto a Correo del Caroní, Yaracuy al Día, La Nación, Tal Cual y La Mañana presentan en este especial, de seis entregas, las mayores dificultades para atender la COVID-19 en seis estados que estuvieron liderando las cifras de contagios y fallecidos entre marzo y mayo de 2021
Mientras en varios estados del país comenzaba la segunda ola de la COVID-19, en Táchira eran pocos los casos y se iniciaba la vacunación de los sectores priorizados. En la vecina Colombia, frontera con el estado andino, llevaban unas cuantas semanas de iniciado el plan de vacunación.
Durante los meses de marzo y abril eran pocos los hospitalizados por COVID-19 en las áreas aislamiento de los centros de salud del Táchira, luego de unos meses complicados, noviembre, diciembre de 2020 y enero de 2021, los meses más lóbregos en la frontera, debido al número de decesos que se registró con cuadro clínico para COVID-19. En la jurisdicción de Bolívar, se llegó a contabilizar una muerte por día; y en los que se tuvieron habilitar otros espacios en el centro centinela de la entidad, Hospital Central de San Cristóbal, para atender pacientes contagiados con el virus de Wuhan.
Táchira fue uno de los estados más sacudidos tras la llegada de la pandemia de la COVID-19, en marzo de 2020, el cierre de la frontera y el retorno de cientos de connacionales que se encontraban en los países de Sudamérica estremecieron a la comunidad, la avalancha de retornados obligó a crear Puntos de Asistencia Social Integral (PASI) en varios municipios. 114 mil connacionales, según cifras oficiales, se recibieron en estos centros. En la actualidad, en San Antonio del Táchira hay dos puntos de asistencia activos.
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Desde finales de 2020, el estado volvió a presenciar las caravanas de venezolanos buscando salir del país: muchos con la intención de establecerse en otro país, unos cuantos para tratarse la COVID-19 o vacunarse en Colombia, sobre todo quienes poseen doble nacionalidad: colombo-venezolanos.
Tal es el caso de José Alexander Omaña, de 48 años, habitante del municipio Pedro María Ureña, quien fue trasladado a un centro de salud colombiano en enero, tras presentar fibrosis pulmonar y saturación de oxígeno baja días después de haber resultado positivo a la COVID-19. Cuatro meses en tratamiento en la ciudad de Cúcuta. El 15 de mayo le dieron de alta tras vencer el virus y volvió a cruzar el puente internacional Simón Bolívar para retornar a su hogar.
Funcionarios de Protección Civil (PC) Ureña, quienes lo habían traslado 16 semanas atrás al tramo binacional por su delicado estado de salud, volvieron a prestarle el servicio.
Desde mediados de abril de 2021 también cruzan la frontera –muchos por trochas o otros a través del canal humanitario–, venezolanos de la tercera edad, con doble nacionalidad, y mayores de 65 años; acuden a Villa del Rosario para ser vacunados.
En la actualidad, Colombia está vacunando al grupo etario que va desde los 55 hasta los 60 años.
Desde los primeros días de mayo de 2021 en la entidad se ha presentado un repunte de casos, ha aumentado el número de pacientes en las áreas COVID-19 del hospital centinela, en Hospital Dr. Patrocinio Peñuela Ruíz de San Cristóbal y en el Ernesto Segundo Paolini de San Juan de Colón.
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