Fundación Tierra Viva junto a Acción Campesina y la Asociación Civil Red Venezolana de Organizaciones para el Desarrollo Social – REDSOC, ejecuta en Venezuela desde 2019 el Proyecto Aqua: «Fortalecimiento de actores para la gestión sostenible del agua en tres regiones de Venezuela», con el cofinanciamiento de la Unión Europea, que hoy se recuerda con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra este 5 de junio.
En efecto, cada 5 de junio se realiza esta celebración que constituye la fecha más importante en el calendario oficial de la Organización de Naciones Unidas para fomentar la acción ambiental. Desde 1974, este día se ha convertido en una plataforma global de alcance público que reúne a gobiernos, empresas, celebridades y ciudadanos en torno a un asunto ambiental apremiante.
El tema para 2021 es la Restauración de los Ecosistemas. Pakistán fungirá como anfitrión mundial, y este día será el marco para el lanzamiento del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.
Venezuela viene participando en esta celebración, a través de la Fundación Tierra Viva junto a Acción Campesina y la Asociación Civil Red Venezolana de Organizaciones para el Desarrollo Social – REDSOC.
El objetivo del proyecto es promover la gestión sostenible del agua a través del fortalecimiento de capacidades y acciones locales en Canoabo (estado Carabobo), Tucupita, área continental (estado Delta Amacuro) y Siquisique (estado Lara), con incidencia sobre la salud, la economía y la conservación de los ecosistemas
Jornadas de reforestación
Para Fundación Tierra Viva, la preservación de las fuentes de agua es una tarea fundamental para la gestión sostenible del agua. La actividad de reforestación es esencial dentro de los planes de recuperación y manejo de la cuenca del río Canoabo, donde hasta la fecha se han efectuado ocho jornadas de reforestación comunitaria y se han plantado más de 500 árboles, con la participación de 150 personas, en diversos sectores de la cuenca.
Sus objetivos son recuperar y preservar la cobertura vegetal, en áreas que han sido degradadas, bien sea por un manejo inadecuado de los sistemas agroproductivos (tala, quema, manejo inadecuado de ganadería) o por la extracción de madera con fines comerciales.
En el marco de estos procesos de reforestación, también se ha capacitado a las comunidades interesadas con talleres sobre manejo de los suelos, viveros, realización de compostaje para mantener los mismos, recolección de semillas locales, y esto ha generado la integración de grupos de viveristas de distintas comunidades de la parroquia. Todas estas acciones se han desarrollado con el apoyo de diversas organizaciones locales entre las que destacan Fundacanoabo y Ecosenderos.
Asimismo, la reforestación es la herramienta fundamental para restaurar y preservar los bosques nativos de la cuenca, tanto aquellos de las zonas bajas (deciduos y semideciduos) como los de las zonas altas o nublados; estos últimos, de gran valor estratégico desde el punto de vista hídrico, dado que son los ecosistemas donde se produce la mayor cantidad de agua dentro de la cuenca.
Si bien las actividades de reforestación a nivel de cuenca son procesos a largo plazo, costosos y complejos, es posible avanzar promoviendo planes comunitarios para la atención de áreas cercanas a los acueductos rurales que incluyen áreas de nacientes, orillas de cauces y terrenos cercanos donde los procesos erosivos se hacen visibles (suelos desnudos, áreas quemadas o vegetación muy rala).