Los venezolanos agobiados por que no les alcanza el dinero para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y salud, se han visto obligados no solo tener varios trabajos que le generen más ingresos, sino también a vender hasta su propia sangre a los pacientes de los hospitales públicos.
Según el abogado José Santoyo, esta práctica es cada vez más frecuente en los centros de salud donde aparte de las carencias de insumos médicos y medicinas, los bancos de sangre no cuentan con suficientes reactivos ni tampoco con fluidos sanguíneos.
“Lamentablemente, han venido disminuyendo los donantes y eso influye en que al momento de una intervención quirúrgica o una emergencia, no se puedan realizar las transfusiones. Tengo entendido que venden la sangre entre 40$ y 100$”, precisó Santoyo.
El abogado maneja la información de que algunos pacientes del hospital Luis Razetti de Barcelona cuando han requerido de una operación, han tenido que llevar consigo no solo los medicamentos e insumos médicos, que ya es un asunto que se ha “normalizado” en el sistema de salud pública, sino que ahora también se han visto en la necesidad de comprar sangre.
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