“Un emprendedor no se hace en una escuela de negocios, Nunca. Emprender es un acto emocional, tiene que ver con el carácter.”
El libro negro del emprendedor, Fernando Trías de Bes.
Quisiera dejar muy claro, que mi padre trajo en sus genes el espíritu emprendedor y sobre esto no hay ninguna duda.
Toda Emprendedor tiene que descubrir su misión, su motivación, su ilusión. El la tenía súper clara, la tenía en su interior.
Yo estoy convencido, que en nuestra vida, existe una misteriosa coherencia, un hilo conductor, que alguien llama vocación o también destino. Que debemos saber reconocer, que debemos tener el coraje de no traicionar, si queremos nosotros seguir haciendo cualquier cosa que valga la pena. Y nuevamente puedo afirmar sin ninguna duda que Blas Olivo tenía esto muy claro.
Era alguien al que le gustaba crear, que tenía una gran iniciativa y siempre se encontraba buscando oportunidades, la calidad para el, era como una religión, era un hombre muy persistente no se entregaba a la primera dificultad, sabía asumir riesgos, cumplir los compromisos contraídos era esencial para el, siempre estaba buscando personalmente información para su negocio, tenía sus metas muy claras y bien medidas, permanentemente llevaba una agenda con todas los planes y los revisaba diariamente, supo construir redes de apoyo y sabía cómo persuadir a los demás, pero sobretodo era un emprendedor con un alto grado de autoconfianza e independencia.
Es importante destacar, que estas características emprendedoras fueron las mismas que David McClenand, detectó en sus investigaciones, como aquellas que hacían la diferencia entre un emprendedor o una persona que no lo es.
Entre aquellos que de alguna manera trabajamos con emprendedores, siempre se ha presentado la discusión, de si un emprendedor nace o se hace, en este sentido y como escribí al principio, seguro estoy que mi padre nació emprendedor, yo en realidad creo que a las personas que tienen algunos rasgos emprendedores se les puede ayudar a mejorarlos, pero siempre algo deben tener en los genes, que en el caso de mi padre estaban llenos de esos rasgos.
Después de haber trabajado con muchos emprendedores, de todos los niveles académicos y económicos, más me convenzo que no es un problema de profesión, edad, género, ingresos, educación, estado civil, raza, y estatus inmigratorio, etc.; las investigaciones revelan, que los efectos genéticos en la tendencia de ser un emprendedor son más altos que cualquier otro parámetro, sino lean la Bibliografía de Steve Jobs y la de Blas Olivo y encontraran la respuesta. Lo que sí creo, es que ese espíritu emprendedor se revela en diversas maneras y a edades diversas también y que no es otra cosa que, esa voluntad férrea de crear y de sentirse satisfechos con lo que hacen.
Blas Olivo, tenía un don natural, para llevar adelante cualquier negocio. El era una de esas personas con un talento natural para ser un emprendedor.
Definitivamente, A la luz de todos estos comentarios, más creo en ellos y al revisar la historia de mi padre, que nació en un pueblo del sur de Italia, que contaba con 500 habitantes, y que si no hubiera sido por la genética, difícilmente hubiera sido un emprendedor, él parecía saber intuitivamente las decisiones correctas que había que tomar.
Continuara….
Italo Olivo
www.iolivo.com