El 1 de junio de 2020, entró en vigencia el aumento del precio de la gasolina en Venezuela, ordenado por Nicolás Maduro, quien fijó en 5.000 bolívares, el litro (0,025 dólares para ese momento) para la modalidad subsidiada, mientras que en la modalidad premium, los conductores deberían pagar (0.50 dolares), por litro.
«La gasolina subsidiada va a tener un costo de 5.000 bolívares el litro, y la persona con vehículo tendrá una participación de 120 litros por mes y 60 litros por mes para las motos (…) Hemos dispuesto unas 200 gasolineras que vendan este producto en moneda libre, el precio extranjero que hemos fijado es de 0,5 centavos de dólar a precio internacional», dijo Maduro en esa ocasión.
En un inicio, la orden emanada del régimen, se justificaba en «su intención», de mejorar la distribución del combustible, ante la escasez que imperó en el país, durante los primeros meses del 2020.
Un año después, largas colas en las gasolineras del estado Lara, reflejan lo que parece ser un nuevo fracaso del régimen y sus medidas económicas.
En recientes publicaciones de Elimpulso.com, se evidencian las largas colas vehículares que adornan las calles y principales avenidas de la ciudad de Barquisimeto, pues conductores que pagan a precio internacional el combustible, deben pasar hasta 2 días en espera por llenar sus tanques.
Iván Pargas, conductor quien trabaja con comercio, aseguró en un reciente trabajo de Elimpulso.com que mínimo debe durar dos días en cola para llenar el tanque de su automóvil, mismo que por su trabajo le dura un día y medio. «Eso implica quedarse acá, hacer tus necesidades dentro del carro, comer en el carro, hacer tu vida en el carro», precisó.
Asimismo, hechos irregulares son denunciados en las estaciones de servicio, donde ciudadanos han asegurado que en algunos casos, los funcionarios que se mantienen a cargo de la seguridad de las mismas, ingresan a personas que no permanecen en las colas, a cambio de dinero.
Juan Gil, conductor quien llevaba más de 24 horas en cola, denunció el pasado 26 de mayo, que los funcionarios militares encargados de custodiar la estación de servicio de la avenida Venezuela con Bracamonte, pasan primero a conductores que no hacen cola, a cambio de pagos en divisas. «Eso es una grosería grandisima, y es lo que tenemos que vivir por falta de gobierno», expresó.
Por medio de redes sociales, conductores han hecho el llamado a las autoridades regionales y nacionales a atender esta situación, que mantiene en riesgo de paralización a miles de conductores y ciudadanos que dependen de sus automóviles para trabajar y movilizarse.
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