Si bien el diario El Impulso se inició en 1904 con una rudimentaria prensa plana, con el pasar de los años, la empresa editora se fue perfeccionando y desde sus propios inicios ya utilizaba artes gráficas en sus anuncios. También hacía uso del telégrafo para publicar noticias internacionales.
Con la mudanza de Carora a Barquisimeto en 1919 El Impulso se actualiza y se cambia la antigua prensa manual por una más moderna accionada con un motor.
La década de 1920 evidencia grandes avances gráficos en El Impulso. La publicidad se hace cada vez más ágil gracias a los vistosos anuncios publicitarios.
En 1926 adquiere el primer linotipo y ello agiliza aún más el proceso de edición. En esos días se publica también la primera foto social. Era el niño Carlos Giffoni
Federico Carmona, fundador del diario, deja encaminada una edición paralela en Caracas, pero el destino le arrebata la vida en 1928. Su hijo Juan Carmona se encarga de la empresa capitalina.
El Gobierno de Juan Vicente Gómez no permite prosperar la edición capitalina, pero la muerte del dictador en diciembre de 1935 abre nuevos horizontes al periodismo regional y nacional.
El Impulso se queda por siempre en Barquisimeto bajo la tutela del doctor Juan Carmona y será el noble abogado quien culminará la transición al modernismo del diario que sobrepasaría los cien años de existencia.
En 1949 El Impulso se muda a su nueva y recordada sede de la carrera 23, en el centro de Barquisimeto. Allí estrena una moderna rotativa que ayuda a aumentar el tiraje y allí el doctor Juan Carmona pone en funcionamiento el primer teletipo que usó esta casa editora, máquina capaz de transmitir de manera impresa e inmediata las noticias provenientes de otros estados y del extranjero.
El doctor Juan Carmona fue artífice en la adquisición de nuevas tecnologías y siempre estuvo atento a mejorar el periódico heredado por su padre, Don Federico Carmona, hasta su desaparición física el 12 de abril de 1975.
El Impulso sigue siendo puntal en el periodismo venezolano.