Las principales asociaciones agropecuarias argentinas ampliaron hasta este miércoles el paro contra la suspensión de las exportaciones de carne vacuna que dispuso el presidente Alberto Fernández con el propósito de frenar el aumento del precio de ese producto.
La Sociedad Rural Argentina, la Federación Agraria Argentina, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas anunciaron que el cese de comercialización de hacienda vacuna que iniciaron el 20 de mayo y estaba previsto que finalizara a última hora del viernes se extenderá por la negativa del gobierno de levantar la suspensión de las ventas al exterior.
Las entidades dijeron que su decisión obedece a un «gran descontento» sobre las políticas oficiales, que acarrearán la “pérdida de mercados” y no lograrán una baja en el precio sino lo contrario.
“El productor no es el formador de los precios ni el causante de la inflación sino el eslabón más débil de una cadena compleja, dinámica y muchas veces con intereses en pugna», afirmaron en un comunicado.
La suspensión de las exportaciones, implementada hace una semana y que en principio debe regir por un mes, ha vuelto a tensar la cuerda entre el gobierno y los productores agropecuarios, que mantienen periódicos altercados sobre las políticas del sector, consideradas demasiado intervencionistas.
Fernández dijo la víspera que las ventas al exterior retornarán cuando el gobierno tenga “resuelto el tema”.
“Entre los exportadores y la gente, elijo la gente”, remarcó el mandatario.
Agregó que «más allá de que estamos perdiendo dólares que podrían entrar (por las exportaciones), quisiera que los formadores de precios se den cuenta de que los argentinos no tienen por qué pagar la carne al mismo precio que afuera”.
El presidente también acotó que “se exporta el 30% de lo que se produce ” y «si no se exporta habrá más oferta y los precios tenderán a bajar, de acuerdo a la lógica del mercado”.
La Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores pidió un acuerdo entre el gobierno y los productores porque, de seguir el conflicto, desde el lunes comenzaría a faltar en los mostradores el alimento más preciado en la mesa de los argentinos.
El gobierno tiene como interlocutor a los principales frigoríficos e intenta que éstos aporten un mayor volumen de carne al programa oficial que contempla cortes a precios abaratados.
Cuando se aplicó la medida, el Ministerio de Agricultura afirmó que en el mercado exportador los precios experimentaron “un alza sostenida producto de la creciente demanda… principalmente por parte de los mercados asiáticos”, en referencia a China, que compra el 75% de la carne que vende Argentina.
Esta situación, indicó, ha generado que “los precios internos acompañen los de exportación”.
Entre abril y el mismo mes de 2020 se registraron subas del 65% en el precio de la carne vacuna, por encima de la inflación en ese mismo período, que fue de 46,3%. Su consumo en Argentina ha disminuido al calor del aumento de su valor y de la caída de los ingresos de la población por la crisis recurrentes.
El alza del costo de vida no da tregua y acumula una suba de 17,6% en lo que va de año.