Para fines de 2020, había 1,9 millones de niños, niñas y adolescentes (NNA) venezolanos se encontraban en situación de movilidad, de los cuales más del 55% se movilizan sin documentos, de acuerdo con la investigación realizada por el Centro de Derechos Humanos de la UCAB.
En efecto, resulta alarmante revisar las estimaciones que, diferentes portales y organizaciones llevan sobre la niñez venezolana en situación de movilidad. En el marco del análisis del fenómeno migratorio venezolano, el CDH de la UCAB realizó una investigación para lograr determinar, no solo el número de niños, niñas y adolescentes (NNA) no acompañados o separados que están migrando, sino las condiciones en las que lo hacen.
La situación de los NNA no acompañados o separados, se encuentra invisibilizada a causa de la ausencia de respuestas institucionales que permitan su identificación, registro y acompañamiento. Si bien es una población especialmente vulnerable, llevar un cálculo certero de la cantidad de menores no acompañados no es tarea fácil, debido a que la mayoría de ellos ingresan por puntos no controlados, pues no poseen documentos y tratan de evadir cualquier contacto con autoridades para evitar ser identificados y devueltos al país de origen. Además, en el contexto más reciente de la pandemia por la COVID-19, los pasos autorizados permanecen cerrados desde marzo de 2020, dificultando los registros oficiales.
Sin embargo, entre los datos más resaltantes que el CDH UCAB encontró, a partir de entrevistas a expertos y ONG, se encuentra que, para fines de 2020, había 1,9 millones de NNA venezolanos en situación de movilidad, más del 55% se movilizan sin documentos. Para 2019, se calculaba que más de 20.000 NNA habían llegado solos a Colombia y tras la reapertura de la economía en países receptores, al menos 430 NNA salieron de Venezuela solos o junto con otros menores de edad, entre octubre de 2020 y febrero 2021.
Aunque no fue posible para el CDH UCAB confirmar con fuentes oficiales la estimación (que hacen las organizaciones entrevistadas) sobre 25.000 NNA no acompañados o separados procedentes de Venezuela entre 2015 y 2019, parece una aproximación razonable para ese período, tomando en cuenta otras cifras y proyecciones, evidenciando con ello la carencia de información sobre este sector de la población.
Otro aspecto de preocupación es la forma en que se están movilizando y los riesgos que corren estos menores de edad a lo largo de su travesía. La mayoría de los NNA no acompañados o separados que salen de Venezuela se trasladan a pie y tienen edades comprendidas entre 12 y 17 años, viajan sin un plan definido, sin orientación y sin personas u organizaciones de apoyo.
Los riesgos varían dependiendo de la edad y el sexo. El reclutamiento con fines de explotación sexual afecta más a las niñas, registrándose casos de embarazo precoz; por su parte, los varones son más explotados en actividades de transporte y manejo de armas, de químicos para procesar drogas y de sustancias ilícitas.
Las rutas son variadas, pero se han encontrado NNA no acompañados o separados en Colombia, Perú, Ecuador, Uruguay, Brasil y Chile. Resulta también un elemento de atención el hecho de que, si bien los países receptores de NNA procedentes de Venezuela cuentan con instituciones que velan por los derechos de la infancia y la adolescencia, los protocolos para atender a la situación específica de NNA no acompañados o separados son limitados y a veces inexistentes.
Aunque buena parte de los NNA no acompañados o separados requieren protección internacional, ni el refugio ni otras formas complementarias de protección están a su alcance, bien sea por falta de información o por la ausencia de procedimientos ágiles y flexibles para acceder a los mismos y garantizar una oportuna decisión.