Esperar el transporte público en la parroquia Agua Viva, municipio Palavecino, se ha convertido en una odisea para los habitantes de la zona, más aún para aquellos que diariamente necesitan trasladarse hacia Barquisimeto.
Quienes residen en Agua Viva deben bajar hasta la redoma del sector para conseguir un autobús que los lleve hacia Cabudare o Barquisimeto, luego esperar durante horas por unidad y, por si fuera poco, pagar un costo excesivo del pasaje.
Así lo denuncian los propios habitantes de la zona a Elimpulso.com, quienes agregan que mayormente piden cola o deciden caminar hacia sus destinos por muy lejano que sea.
“Generalmente, entre semanas se debe esperar entre una hora y una y media, semana radical de dos horas a dos horas y media (…) toca esperar que venga alguna ruta de Cabudare, de Agua Viva casi no bajan”, señaló Nadiuska Zambrano, quien además confesó que no le gusta “pedir cola” y mucho menos caminar, por el riesgo que se corre. Sin embargo, asegura que muchos otros se ven en la necesidad de hacerlo.
También reclama Zambrano que hay transportistas que “abusan” con el costo del pasaje, con precios que van desde 1 millón de bolívares hasta 1 dólar estadounidense.
Respecto a los cobros por encima de lo habitual, María Hernández cree que “no es justo” porque actualmente en el país casi nadie gana tiene un salario que pueda cubrir un pasaje a 1 dólar.
“Y además de eso, ni siquiera se consigue el pasaje a 500 mil bolívares, ahora uno va al banco y está cerrado por se semana de cuarentena radical”, agregó Hernández.
Por otra parte, Mariana Montilla mencionó que, ante la escasez de transporte, es inevitable que haya aglomeraciones en cada autobús, por lo que no se cumplen a cabalidad las medidas de bioseguridad y se asume un riesgo de contagio por COVID-19.