Llega a mis manos un importante análisis del “The Risk Awareness Council” de fecha reciente, abril de 2021. Es uno de los análisis más serios y preocupantes que he leído recientemente sobre la amenaza que las redes ilícitas de poder en Venezuela ejercen sobre Colombia, especialmente en una delicada coyuntura de protestas y violencia que se han vivido en el país desde hace varias semanas, causando inconmensurables pérdidas, vandalismo y víctimas, que se añaden al terrible impacto económico y social dejado por la pandemia en los últimos 14 meses.
A continuación, intentaré resumir algunas de las principales conclusiones del informe, esperando sean de interés general, y especialmente para los responsables y estudiosos en materia de seguridad e inteligencia:
- Los enfrentamientos armados en Apure, Venezuela, muestran un conflicto entre grupos irregulares y las FANB venezolanas, que puede terminar en el “asalto” a la nación colombiana, a través de una red de poder de naturaleza híbrida (convencional, terrorista y criminal), dirigida desde Caracas, y financiada principalmente por el narcotráfico.
- En la frontera colombo-venezolana emerge el riesgo de un conflicto de nueva generación, que enfrenta a fuerzas regulares e irregulares que defienden sus soberanías o territorios.
- Las redes ilícitas de poder han venido disolviendo el Estado venezolano a través de la fragmentación del territorio, para ponerlo al servicio de la explotación criminal de sus recursos. La FANB sirve de operador logístico del narcotráfico y la minería ilegal, y su estructura se ha reconfigurado en redes en las que convergen organizaciones criminales y terroristas, para expandir la revolución chavista en el continente.
- Entre los aliados más cercanos del régimen están las disidencias de las FARC, especialmente la llamada Segunda Marquetalia (Márquez, Santrich, el Paisa), las cuales, en alianza con las FANB, coordinan operaciones de gran escala de tráfico de drogas hacia Centroamérica y el Caribe, estimado en 250 TM de cocaína por año.
- El ELN y el “Tren de Aragua”, megabanda venezolana de crimen transnacional, se disputan el negocio del narcotráfico en toda la franja fronteriza binacional, desde la Guajira hasta el Departamento de Vichada y el Estado Amazonas, en acuerdo con el régimen venezolano.
- Se registra el reclutamiento de jóvenes colombianos y venezolanos en la banda fronteriza por parte de los grupos irregulares, en especial el ELN, con el consentimiento de la FANB. No solo se maneja cocaína, sino insumos mineros, oro y minerales como coltán, uranio y tierras raras en el Estado Bolívar de Venezuela (arco minero de Guayana).
- Se ha creado una “Zona Gris” en la frontera colombo-venezolana, que es incentivo para la actividad criminal y para ocultar la operación de la FANB en la zona. Dicha Zona Gris es terreno para la delincuencia, conflictos por la dominación del territorio, y campos de entrenamiento para fuerzas militares y grupos armados que deben mantenerse en forma.
- Unidades del ejército venezolano con asesoría militar rusa, han venido configurando “Batallones de Infantería Reforzados” o grupos tácticos, no para restaurar el orden, sino para constituirse en centro de gravedad, y de “gerencia” de la caótica Zona Gris mencionada.
- Las amenazas de Diosdado Cabello de que una guerra con Colombia se haría en su territorio, lleva a pronosticar que el régimen venezolano se prepara para “asaltar” a Colombia por medios diferentes, utilizando un formato de guerra híbrida o no convencional.
- El régimen venezolano necesita del estímulo constante de amenazas externas para tratar de cohesionar sus fuerzas internas, y justificar la depredación de su territorio y recursos.
- Colombia es el espacio natural de progresión de la revolución chavista y la convierte en objetivo prioritario de expansión y poder, siempre bajo la inspiración cubana.
- El incremento de los flujos migratorios, del tráfico de drogas, y la desestabilización de las comunidades fronterizas, sin fuerzas de contención, generan creciente opacidad en la frontera, pues en la Zona Gris no es posible restaurar el equilibrio institucional.
- La proyección de la influencia del eje Rusia-Irán-China en el Caribe representa retos para la seguridad hemisférica, y para Estados Unidos. La expulsión de Colombia de funcionarios diplomáticos rusos y cubanos, revela estrategias de desestabilización, espionaje y desinformación. El objetivo sería debilitar al gobierno colombiano, y propiciar la llegada al poder de un gobierno sometido a la influencia del eje euroasiático.
- El Kremlin proporciona estabilidad financiera, militar y de armas modernas al régimen venezolano, y para minimizar el impacto de las sanciones de Estados Unidos. Además, Rusia y Venezuela han firmado más de 300 acuerdos de cooperación, entre ellos en el sector militar, convirtiéndose en el mayor aliado político y comercial del régimen venezolano.
- Colombia es percibida como aliada de EE.UU., de la democracia, y un muro de contención de la Revolución Bolivariana. Por ello, es un objetivo estratégico.
- La utilización de redes comunes de legitimación de capitales provenientes de la droga, el incremento del número de armas y municiones en poder de irregulares, el crecimiento de la conflictividad fronteriza, la formación de los batallones de infantería reforzada con asesoría rusa, y el apoyo logístico de la revolución chavista a grupos políticos afines en Colombia, evidencian el ambicionado plan de toma del poder en Colombia.
- El conflicto entre mafias del narcotráfico y la falta de comprensión del complejo fenómeno venezolano, funciona como elemento paralizante o disuasor de las acciones del Estado y de las Fuerzas Armadas colombianas, para contener la expansión. Las FANB venezolanas han cambiado sus objetivos de lo institucional a lo revolucionario/no convencional, con nuevas capacidades en guerras de cuarta y quinta generación.
- La capacidad de control social del régimen en la Zona Gris de frontera, la fragmentación del espacio venezolano y la ausencia de Estado de Derecho, producen un efecto de “Paz Criminal”, en la cual la seguridad y la vida quedan en manos de quien controla el territorio, desactivando a la población que pretenda oponerse a los designios de la tiranía.
- La concentración de los esfuerzos gubernamentales de Colombia para enfrentar los duros efectos de la pandemia, está siendo capitalizado por movimientos políticos de izquierda, algunos alineados a la revolución chavista, de cara al proyecto político estratégico de conquista del poder en 2022. La amenaza que representa para Colombia la conflictividad fronteriza no debe ser subestimada. El territorio venezolano es entre otros, el espacio de convergencia entre las FARC y el ELN.
El resumen del informe de The Risk Awareness Council, no amerita comentarios adicionales. La violencia y el caos que arropan las protestas pacíficas registradas en los últimos días en Colombia hablan por sí solas, y no pueden desligarse de los lineamientos centrales de dicho análisis.