Iniciativa empresarial e innovación son dos conceptos que con frecuencia se asocian al pensar en una nueva iniciativa dirigida para aprovechar oportunidades del mercado. Sin embargo, la relación entre ser emprendedor y ser innovador no resulta tan clara e inmediata. Algunos teóricos, han escrito en esta materia, tal es el caso del célebre economista Schumpeter, quien considero la innovación para los emprendedores como: “la razón central de un emprendedor”. En este sentido, el destacado profesional Peter Drucker (2002) asocio por primera los conceptos de innovación e iniciativa empresarial en una disciplina sistémica, en la que innovar es una función de la iniciativa dirigida a generar riqueza mediante la utilización adecuada de los recursos. Para Drucker, innovación es el trabajo duro que no centra en cierto tipo de personalidad sino en el compromiso de la práctica de innovación.
La innovación radica en las personas
Según el asesor empresarial Peter Skarzynski, quien es el fundador de Strategeos (empresa dedicada a capturar nuevas oportunidades de crecimiento y hacer que las organizaciones sean más innovadoras) indico que las empresas líderes han asumido los procesos de innovación con la misma determinación con la que se dedicaban, en la década de los ochenta, a la revolución de la calidad total. Uno de los secretos de estos nuevos círculos de la innovación consiste en construir los tiempos y los espacios en lo que las personas, en cualquier ámbito de la organización puedan dedicarse a la reflexión y la experimentación. El foco de la innovación se traslada, de este modo, de los laboratorios especializados al ámbito de la persona, al estimular el desarrollo de aquellas características que fomentan la creatividad y la generación de nuevas ideas.
Principales habilidades que debe poseer un emprendedor innovador
Estudios han demostrado que una tercera parte de la habilidad de pensar o ser creativos está determinado por factores genéticos, mientras que las dos terceras partes dependen de un largo camino de aprendizaje. Primero se pasa por el proceso de aprender, de ser original, de tener el hábito de pensar de manera innovadora, y luego con la práctica se gana confianza para crear. Entonces para ser un verdadero innovador el emprendedor debe poseer en su ADN habilidades que están relacionadas con los dos hemisferios del cerebro: el izquierdo (racional y analítico) y el derecho (emocional y sistémico); a tal efecto Jeff Dyer, Hal Gregersen y Clayton M. Christensen en su libro el ADN del innovador identificaron cinco habilidades de los emprendedores innovadores:
Capacidad para asociar: se refiere a la habilidad de conectar apropiadamente preguntas, problemas o ideas de varios campos.
Preguntar: señala la habilidad de plantearse interrogantes desafiantes que se tratan de resolver con la iniciativa; en por esto que Peter Drucker señalo: “la importancia y el trabajo difícil no es encontrar la respuesta a una pregunta, sino encontrar la pregunta correcta”.
Observar: indica la habilidad de detallar y examinar el comportamiento de los clientes potenciales, competidores u otros actores relevantes en el mercado.
Experimentar: es la habilidad de ensayar ideas para productos y procesos, así como nuevas propuestas para el mercado o para aprovechar contextos de negocios y por ultimo;
Crear redes: habilidad para propiciar y participar en redes de emprendedores, asesores, expertos y académicos.
En definitiva, la innovación en los emprendedores se debe a una combinación de factores externos y habilidades personales, a tal efecto Steve Jobs fundador de Apple señalo: «La innovación es lo que distingue al líder de los seguidores».
Msc. Julio Cesar Vargas
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