La emisora de radio Fe y Alegría denunció los ataques de delincuencia común y vandalismo que sufren desde hace varios años, y que ponen en riesgo una ventana informativa en el país.
Solo en 2021, Fe y Alegría contabiliza ocho robos en tres de sus emisoras, ubicadas en Puerto Ordaz, Maturín y El Tigre.
El primer hecho fue el 7 de enero en la sede de Maturín, donde robaron equipos de computación y máquinas de los talleres de capacitación.
En febrero, robaron 140 metros del cable de cobre de la planta de transmisión de Radio Fe y Alegría El Tigre 940 AM. El 2 de marzo, delincuentes “se llevaron la caja de sintonía que la mantiene apagada debido a la imposibilidad de reponer los equipos”, señaló Fe y Alegría.
El siguiente robo fue el 29 de abril, cuando se llevaron los pernos y tensores que sostienen la torre de transmisión. “Ese día solo quedó sujetada por tres tensores y se hicieron las maniobras para que no cayera al suelo”, reseñó el medio de comunicación.
En Ciudad Guayana, la emisora (103.1 FM) salió del aire tras el robo del cable de tierra que va desde el transmisor hasta la torre. Desde estas instalaciones también transmite radio Pentagrama 107.3 FM. “En ese mismo hecho, el segundo en el mes, picaron otros cables de conexión y sustrajeron el aire acondicionado de la sala del transmisor y el cable de energía eléctrica”.
Luego vino nuevamente el turno de Radio Fe y Alegría El Tigre, cuando el 5 de mayo “el vigilante de la planta de transmisión se percató que se habían llevado otros tensores y la torre estaba nuevamente en peligro de caerse”.
El caso más reciente fue este 15 de mayo en Puerto Ordaz, cuando incendiaron el aire acondicionado de la planta de transmisión. Presumen que fue “posiblemente para abrir un hueco e ingresar a llevarse los equipos que allí quedaban”.
“Para Radio Fe y Alegría estas situaciones van más allá de la pérdida de equipos. Con estos robos también se silencia el derecho a la educación de miles de niños, niñas y adolescentes en el país que tienen con nosotros espacios como La Escuela en la Radio y RadioTubers para acompañar su proceso pedagógico de formación en casa”, lamentó el medio.
“Se silencia el derecho a la información y a la expresión de los usuarios al no poder escuchar más los espacios informativos en los que ponemos la mirada y los micrófonos en los pueblos indígenas, comunidades campesinas y barriadas populares para escuchar sus denuncias y anuncios. Para garantizar el derecho a la comunicación, con todas las voces”, agregó.
Radio Fe y Alegría también recordó que desde finales de 2017 han sufrido robos y vandalismo en varias de sus estaciones, y que incluso los han dejado fuera del aire hasta la fecha. Esto principalmente debido a la imposibilidad de reponer los equipos, y la falta de garantías y condiciones mínimas de seguridad en las plantas de transmisión y oficinas para evitar que estos hechos se repitan.
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