Exjefes de Estado y de Gobierno de la Iniciativa Democrática de España y de las Américas (IDEA), a través de un comunicado, condenan los hechos de violencia perpetrados en Colombia, los cuales han sido propiciados por actores internos, aliados de grupos narcotraficantes e instigados por el régimen venezolano.
Así lo dio a conocer a Elimpulso.com, el doctor Asdrúbal Aguiar, secretario general de IDEA, quien precisó que el documento es suscrito por Oscar Arias (Costa Rica), José María Aznar (España), Nicolás Ardito Barletta (Panamá), Enrique Bolaños (Nicaragua), Felipe Calderón H. (México), Rafael Ángel Calderón (Costa Rica), Alfredo Cristiani (El Salvador), Vicente Fox Q, (México), Eduardo Frei T (Chile), Osvaldo Hurtado (Ecuador), Luis Alberto Lacalle H. (Uruguay), Jamil Mahuad (Ecuador), Mauricio Macri (Argentina), Mireya Moscoso (Panamá), Jorge Tuto Quiroga (Bolivia), Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Álvaro Uribe V. (Colombia) y Juan Carlos Wasmosy (Paraguay).
La condena está dirigida “a los actores internos que dentro de Colombia, aliados de los grupos narcoguerrilleros aún en insurgencia contra el orden constitucional y democrático se han dicho patrocinadores de las manifestaciones violentas ocurridas; tanto como lo hacemos con relación a las autoridades del gobierno dictatorial de Venezuela que, públicamente, vienen instigando la violencia insurrecional contra el gobierno democrático, constitucional y legítimo de Colombia, presidido por Iván Duque.”
IDEA manifiesta su acompañamiento “al pueblo colombiano en su reclamo de paz y cese de la violencia por los sectores minoritarios, que vandalizan bienes públicos y privados e incluso intentan cegar la vida de los funcionarios responsables del mantenimiento del orden público.”
De igual forma expresa su deseo de que los órganos de Justicia procedan con independencia e imparcialidad en lo que atañe a violaciones de los Derechos Humanos.
IDEA insta a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos “al mantenimiento estricto, en el ejercicio de sus competencias, en la tríada inseparable que forman la protección de Derechos Humanos, las instituciones de la democracia y el Estado de Derecho, en cuyo defecto las víctimas de violaciones quedan inermes y sujetas al huracán de la violencia socialmente disolvente e insurreccional.