“Dentro de 10 años, habrá más abuelos que nietos, más robots industriales que obreros tradicionales, más ordenadores que cerebros humanos, más sensores que ojos orgánicos y más divisas que estados.”
Mauro Guillen
Mauro Guillen, es profesor de una de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo, Wharton School de la Universidad de Pennsylvania en los Estados Unidos de América y autor del libro “2030: viajando hacia el fin del mundo tal y como lo conocemos”
En estos días, llegó a mis manos una entrevista publicada en el prestigioso diario español “El País“ y realizada por el periodista Ignacio Fariza, que quiero compartir con ustedes por los temas tan interesantes expuestos en ella.
Pregunta. Decir que el futuro está a la vuelta de la esquina es quedarse corto. ¿Somos suficientemente conscientes de estos cambios o la inmediatez nos impide mirar más allá de lo que tenemos delante?
Respuesta. Somos conscientes, pero no estamos dispuestos a adoptar soluciones. Medidas como subir la edad de jubilación, por ejemplo, crean un alboroto enorme y los políticos no tienen incentivos para adaptarlas. Su horizonte son las próximas elecciones, en lugar de 10 o 20 años, que es lo que necesitaríamos.
Pregunta. ¿Enfrentamos problemas del siglo XXI con remedios del XX?
Respuesta. Sin duda, pero la situación no es la misma en todas partes; hay países que están tomando medidas y otros que, como no hicieron ciertas promesas, tampoco se enfrentan a una situación tan grave. Y es muy distinto afrontar esos problemas cuando tu economía crece al 6%, como en Asia, que cuando tu economía está estancada como en Japón o en Europa.
Pregunta. La demografía lo está cambiando todo. El caso de China es paradójico; ha pasado de ser el país que más contribuía al crecimiento de la población mundial a ser el que está viviendo el proceso de envejecimiento de la población más acelerado.
Respuesta. China aún tiene varias ventajas; su economía sigue creciendo, no hizo las promesas que se hicieron en otros sitios a quienes llegan a la edad de jubilación y todavía tienen cerca de 300 millones de personas en zonas rurales por debajo del umbral de la pobreza que aún se pueden incorporar a la fuerza de trabajo urbano . A diferencia de USA y Europa, no necesita inmigración internacional, sino sacar de la pobreza a toda esa gente y proveerla de los servicios que necesitan. En Europa, sin inmigración se hunde todo.
Pregunta. ¿Por qué en la conversación pública sobre la inmigración pesa más lo negativo que lo positivo? En el libro subraya que no compiten por los puestos de trabajo con los locales y que a largo plazo su llegada es beneficiosa para la economía.
Respuesta. Somos seres humanos y a veces no somos racionales; nos dejamos llevar por los prejuicios. Y cuando tienes movimientos políticos que explotan esos prejuicios en un momento de estancamiento de la clase media, el resultado es el cóctel explosivo que tenemos
Definitivamente, como lo señala Mauro Guillen, “Europa y USA, se van a quedar muy pequeños. Las cifras son aplastantes”.
Continuara…
Italo Olivo
www.iolivo.com