La grave crisis de combustible que se registra en el interior de Venezuela podría ocasionar la pérdida, semanal, de 10.000 kilos de entre frutas, verduras y hortalizas, ante la imposibilidad de los productores andinos de sacar su cosecha al centro del país, la cual representa la alimentación de 60% del país, alerto este martes, Jesús «El Pollo» Salcedo, presidente de la Alianza del Lápiz en el estado Táchira.
«Todo esto es una secuela de la irresponsabilidad del poder central en materia de generación y distribución de combustible, gasolina y gasoil. Dejaron quebrar nuestra industria petrolera y hoy pagan estos estragos nuestros productores. El litro de gasoil en nuestro estado Táchira, en las estaciones que surte a la zona de montaña venden a precio internacional, es decir, se aproxima a 1.200 pesos el litro, que equivale a 35 centavos de dólar», advirtió.
Salcedo señala que los trabajadores del campo se encuentran entrampados entre la escasez de combustible y las vacunas por tener que cargar con lo que se conoce en los andes como «muleras», que son las pimpinas de gasolina para garantizar el retorno al Táchira para volver a surtir de comida el centro del país cada semana. En este sentido, explicó que le restringen el suministro de gasoil a 40 litros cuando los «ferieros» necesitan aproximadamente 1.000 litros de combustible para cumplir con su responsabilidad de instalar mercados en Baruta, Chacao, Petare, Carabobo y Aragua; entre otros estados.
Asimismo, destacó que al tener los productores que transportar tanques de gasolina, son víctimas de vacunas y extorsiones en alcabalas, destacando que los casos más graves son los peaje de Zea, en el estado Mérida; y Yaracuy con la GNB y PNB. «Les hacemos un llamado a los jefes de las Redi, en estos dos puntos, están parando a nuestros comerciantes para ver porqué cargan muleras de gasoil», insistió.
Salcedo, en rueda de prensa desde el Colegio de Ingenieros de San Cristóbal, cuestionó además los recientes anuncios hechos desde Miraflores que refieren un lapso de 60 días para reactivar la producción de gasoil en el país. Insistió que la cosecha del campo no sabe de tiempos y se puede perder. «La cebolla, una vez que se saca de la tierra, a los 15 días se llena de agua. Una papa en la tierra, sigue creciendo (…) ¿Quién compra papas de un kilo?», agregó.
Además del combustible para el traslado de los alimentos, el dirigente señaló que también se necesita gasoil para las maquinarias de las fincas: «En el municipio Francisco de Miranda, los productores de caña que necesitan el combustible directamente para sacar el papelón y llevarlo a los trapiches y poder ser empacado y distribuido el país», ejemplificó.
Afirmó que los productores del campo no pueden seguir a la deriva. Insistió que requieren retomar créditos e inversiones para garantizar que «la papa, la zanahoria y la cebolla, que es lo que hoy comen los venezolanos antes los altos precios de la carne, el queso y la leche; puedan llegar a las mesas del centro del país», precisó