Refleja la Academia de Medicina que en las 900 millones de dosis que se han puesto en el mundo, hay «muy baja frecuencia» de efectos secundarios
La Academia Nacional de Medicina (ANM) emitió un nuevo comunicado este lunes 26 de abril para exigir respuestas concretas para elaborar y ejecutar un plan de vacunación en la población venezolana y no dar dilatorias al suministro de vacunas que pueden salvar vidas, como por ejemplo, la negatoria del Ejecutivo en permitir la entrada de fármaco elaborado por el laboratorio británico, AstraZeneca; aunque en el escrito no hizo un nombramiento específico.
Señala el texto de la Academia que los estudios clínicos controlados que se han hecho a varias vacunas, que ya han sido publicados en revistas internacionales, evidencia que tienen una alta eficacia; mientras que advierte que «algunos rebuscan argumentos para retrasar el ingreso» al poner excusas «tales como la posibilidad de que produzcan efectos adversos, o que no funcionarán en la vida real». También critican que hayan personas que digan que los fármacos no serán efectivos con las variantes que circulan en Venezuela.
Destacó que tras la aplicación de 900 millones de dosis en todo el mundo, en muy «baja frecuencia» se han detectado casos que produzcan efectos secundarios, «sobre todo en aquellos países donde existe un sistema apropiado de vigilancia posvacunal». A pesar de que aún no se pueden asociar el efecto de la vacuna sobre los denunciados efectos, asegura que los beneficios de la inoculación superan por mucho los riesgos que pueda haber.
También la Academia de Medicina hace énfasis en que hay países en donde ya se ha logrado vacunar a una buena parte de su población, en lo que se ha traducido en una disminución de la epidemia y reitera que vacunar en Venezuela, aunque estén las variantes brasileñas, protegerá a los ciudadanos de los efectos de la covid-19 y todas sus variantes.
«Existen argumentos científicos para combatir una matriz de opinión que podría estar desarrollándose, tratando de desvirtuar los beneficios de las vacunas actuales, de postergar la introducción de las mismas, y eventualmente traer algún producto experimental de seguridad y eficacia desconocida. Esa estrategia puramente política podría resultar en la enfermedad y muerte de muchos más venezolanos», finaliza el texto.
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