El candidato presidencial izquierdista Pedro Castillo marcó distancia el jueves del régimen de Nicolás Maduro y le pidió llevarse a los migrantes de ese país que delinquen en Perú.
“Yo quisiera… abiertamente decirle al señor Maduro que, por favor, si hay algo que tiene que decir concerniente al Perú, que primero arregle sus problemas internos, que venga y se lo lleve a sus compatriotas que han venido acá a delinquir”, dijo el candidato izquierdista a la radio local Exitosa.
Castillo prometió que su eventual gobierno será “democrático, totalmente constitucional” y no tendrá “nada de chavismo”, en alusión a las políticas estatistas que el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y su sucesor Maduro impusieron en la nación petrolera.
“Los problemas que sucedieron en otros países, que los resuelvan otros países”, dijo.
El 11 de abril, durante la primera ronda, Castillo terminó primero con 18,9% de los votos, mientras que Keiko Fujimori ocupó el segundo lugar con 13,4%. Ambos disputarán la presidencia en un balotaje el 6 de junio y quien logre la victoria gobernará desde el 28 de julio.
Castillo, un maestro rural de 51 años, añadió que si Maduro no se lleva a los migrantes que delinquen, apenas inicie su gestión en el caso de ganar, decretará “72 horas de plazo” para los venezolanos que rompan la ley se vayan. Castillo ha dicho antes que los migrantes que desean estudiar y progresar “son bienvenidos”.
Los venezolanos en el país suman casi un millón, según datos oficiales. La migración empezó en 2014 cuando la inflación, desempleo, delincuencia y escasez de alimentos y medicinas aumentaron en su país natal. Perú tiene la segunda mayor comunidad de venezolanos del mundo después de Colombia. La mayoría trabaja en la informalidad, pese a sus estudios superiores o títulos universitarios.