El accidente marítimo más recordado en la historia es la tragedia del Titanic, el transatlántico británico que se hundió durante su viaje inaugural en 1912 luego de chocar con un iceberg en el Atlántico Norte la madrugada del 15 de abril.
La noticia dio la vuelta al mundo, todos los periódicos de las grandes capitales la publicaron. Días después, el 3 de mayo de 1912, El Impulso, que aún circulaba en Carora, hacía mención de aquel fatídico suceso ya que en esos tiempos las informaciones podían demorar en ser publicadas, debido a la lentitud con la cual viajaban.
Gracias a los servicios telegráficos de los cuales hacía uso, El Impulso reseñó la noticia en detalle y le dio continuidad durante varios días. El Titanic era en aquel momento el barco más grande del mundo.
A pesar de lo lujoso del buque, eran muy pocos los camarotes de primera clase a bordo ya que en realidad, el negocio de aquella empresa naviera eran los migrantes. Los europeos pobres de aquellos días iban a EEUU en busca de oportunidades y la vía marítima era la única manera de viajar de un continente a otro, ante la inexistencia de las aerolíneas.
Los navíos, en su mayoría, estaban diseñados para llevar migrantes. Los pasajeros de tercera eran el atractivo en aquellos días de migración masiva. Pero en el caso del Titanic, se obviaron algunas medidas de seguridad, principalmente la dotación de suficientes botes salvavidas que garantizaran la seguridad de todos los pasajeros ante una contingencia.
De la tripulación era de 2223 personas, incluidos viajeros y tripulación, solo sobrevivieron 711 almas. Por poner un caso, de 144 damas que viajan en primera clase solo murieron 5, mientras que de 216 mujeres que viajaban en tercera clase, 110 perecieron ahogadas en el mar y de cuarenta niños que fallecieron durante la tragedia; 39 eran de tercera clase.