Cuando más urgidos están los partidos políticos, que sirven de plataforma organizativa a la Asamblea Nacional, legitima, y a Juan Guaidó, de tener claro lo que representa la sociedad civil, lamentablemente más confundidos están. Por ello bajo la figura del CODOP, una estructura meramente operativa, aspiran aglutinar y convocar a una ciudadanía que en estos momentos siente un gran rechazo hacia el mundo político, no haciendo distingo entre la maldad de la tiranía y la nobleza democrática de las organizaciones que se mantienen luchando por la libertad.
Como un intento para aclarar este panorama queremos repetir algunos conceptos que expusimos en un artículo de hace meses sobre el papel de la Sociedad Civil, con el ánimo de promover la unidad y desde la modesta pero digna condición de ser integrantes del Frente Amplio Capitulo Lara.
Si nos apegamos a la definición estricta tendríamos que decir que todos los integrantes del Frente Amplio Venezuela Libre somos Sociedad Civil ya que ninguno de nosotros tiene funciones gubernamentales y antes bien conformamos un equipo humano que lucha para rescatar la institucionalidad democrática desde la condición esencial de ciudadanos. Pero las palabras y lo que representan justifican su uso más en relación con lo cotidiano y las necesidades de comunicación que con sus significados etimológicos, en fin, recordando a Saussure diremos que somos más Habla que Lengua.
Por estas razones entendamos como Sociedad Civil dentro del Frente Amplio Venezuela Libre a todas las personas y grupos sin militancia partidista y así nos ahorramos una discusión semántica que inevitablemente concluiría en un sainete donde cada quien tendría razón, pero jamás habría un acuerdo sobre una agenda concreta de realizaciones.
En lo que si podríamos trazar una línea divisoria circunstancial entre los componentes humanos del Frente es en torno a las motivaciones, quienes militan en partidos tienen como objetivo principal el manejo y control del Poder y los sectores independientes el logro de unas metas grupales que pueden ser filantrópicas, como es el caso de las ONG, laborales como las del sector sindical o económicas como las del sector productivo. Todas son motivaciones legítimas y absolutamente éticas y en el entrecruzamiento de ellas es como la sociedad toma el vigor necesario para su desarrollo, prosperidad y avance moral.
Lo anterior no es más que el libre desenvolvimiento de la personalidad de los que integran esos grupos de acción como lo prevé el artículo 20 de la Constitución, que por otra parte tienen la libertad de conciencia y de manifestarla dentro del marco legal conforme a la disposición 61. En forma general el artículo 62 del mismo máximo instrumento concede el derecho a todo ciudadano de participar libremente en los asuntos públicos y de intervenir en la formación, ejecución y control de la gestión pública. Así mismo toda persona tiene el derecho de asociarse con fines políticos y el deber de colaborar en el restablecimiento de la efectiva vigencia de la Constitución como lo fijan sus artículos 67 y 333. Por último, todas las acciones que desarrollen estas agrupaciones en contra del despótico régimen entronizado en el país tienen la protección del artículo 350 que autoriza a desconocer cualquier régimen que contraríe los valores, principios y garantías democráticos y menoscabe los derechos humanos. El componente mayoritario de la sociedad que trata de que Venezuela surja hacia la libertad y hacia el bienestar, está blindado constitucionalmente.
Pero actualmente toda la sociedad, al margen de sus motivaciones grupales, no está en capacidad de materializar sus objetivos debido a que el régimen que domina las finanzas, las armas y administra la ley según dictados de los caprichos de una elite usurpadora, sometió al país a una postración dramática que obliga a la sociedad en su conjunto a un esfuerzo primario para rescatar la Democracia, para luego de restituido el Estado de Derecho optar por metas particulares o grupales.
Así tenemos que en el Frente existe un desiderátum común, como lo es salir de la usurpación por vías pacíficas. Por ello partidos políticos y sociedad civil como factores de integración responden a categorías que están en el imaginario grupal pero que en la práctica tienen solamente la utilidad de hacer simbiosis para optimizar el compromiso de lucha. Tal y como se está haciendo en el Frente Amplio Venezuela Libre Capitulo Lara, ahora de manera transitoria bajo la coordinación de Heli Saúl Lizardo por la Sociedad Civil y Hermes Paradas por los Partidos Políticos.
En resumen, en el Frente de Lara todos somos sociedad civil, todos somos partidos políticos, todos somos ciudadanos en resistencia democrática y en pie de lucha por el rescate de la libertad en Venezuela Está claro que la Sociedad Civil no es una entelequia, somos todas las personas que participamos en esta gloriosa batalla por la libertad.
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez