Irán inició el sábado un confinamiento de 10 días en medio de la cuarta ola de infecciones de coronavirus, reportó la prensa estatal, una tendencia preocupante para el país luego de más de un año de luchar contra el peor brote en el Oriente Medio.
La fuerza especial para la pandemia, a cargo de determinar las restricciones, ordenó el cierre de la mayor parte de los negocios y la restricción de la asistencia a oficinas a una tercera parte de su capacidad en las ciudades declaradas “zonas rojas”.
Teherán y otras 250 ciudades y pueblos en todo el país han sido declarados zonas rojas. Tienen las tasas más altas de infecciones y las restricciones más fuertes. Más de 85% del país tiene ahora estatus de infecciones rojo o naranja, dijeron las autoridades.
El incremento grave de casos sigue a un feriado público de dos semanas por el Nouruz, el Año Nuevo Persa. Millones de personas viajaron al mar Caspio y otros sitios populares de vacaciones, llenaron mercados en busca de ropa y juguetes y se congregaron en casas para fiestas, en desafío a las directrices de salud del gobierno.
El nuevo confinamiento incluye además a todos los parques, restaurantes, panaderías, salones de belleza, centros comerciales y librerías.
No parece avizorarse un alivio de la diseminación del virus, con la vacunación muy rezagada. Solamente se habían administrado unas 200.000 dosis en el país de 84 millones, de acuerdo con la Organización Mundial de Salud.
COVAX, una colaboración internacional apoyada por la ONU con la meta de distribuir vacunas equitativamente en el mundo, entregó su primer envío a Irán el lunes desde Holanda, con 700.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca.
El ministerio de Salud dijo que había más de 19.600 casos el sábado y 193 muertes. El saldo confirmado de muertes desde el inicio de la pandemia es de más de 64.000.
