Tres maderos que formaron parte de las columnas de la casa natal del futuro beato José Gregorio Hernández son expuestos en el Santuario del Niño Jesús, en Isnotú.
Se trata de tres «troncos» que fueron encontrados en años anteriores durante las excavaciones realizadas en el sitio donde estaba la casa donde nació y vivió su infancia el médico trujillano, informó el sacerdote José Magdaleno Álvarez, párroco y rector del referido recinto.
Señaló que vecinos del pueblo pusieron a disposición del Santuario los horcones que durante varios años permanecieron bajo su custodia, siendo verificadas el pasado viernes 2 de abril por siete pobladores que participaron como obreros en los trabajos de remodelación del patio y la plaza del lugar o las habían visto anteriormente.
El presbítero, también coordinador de la comisión de la beatificación de la diócesis de Trujillo, detalló que son «de árbol maderable conocido como vero (vera, o bulnesia arborea)».
Patrimonio del Santuario
Destacó que las piezas «se encuentran en regular estado, dos de ellas con perforación en el interior pero con la corteza entera, pese a su antigüedad y el estar enterrados y luego expuestos en la intemperie durante ocho años, desde su extracción hasta la fecha del presente reconocimiento».
Junto con monseñor Jorge Luis Villasmil Torres, también nativo Isnotú y quien residió en la casa natal del doctor Hernández por varios años durante su infancia, firmó el acta de recepción de los testimonios.
Espera que «con el apoyo y acompañamiento de un buen grupo de hijos del Isnotú, podamos seguir sumando elementos que se puedan encontrar en el poblado y también vamos recopilando la historia local, escrita u oral, para enriquecer aún más el bello patrimonio histórico local».
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