Argentina se retiró del Grupo de Lima y su canciller, Felipe Solá, aseguró que no se trataba de una decisión para favorecer a Nicolás Maduro sino por una cuestión de formalidad.
Para medios argentinos, Solá indicó que la salida del Grupo de Lima se llevó a cabo para “formalizar lo que venía ocurriendo desde el 10 de diciembre de 2019”, cuando Alberto Fernández asumió la presidencia, ya que Argentina no participó en las reuniones ni firmó alguna declaración del grupo.
Por lo tanto, alegó que se trataba de una “mala interpretación” el creer que su salida era para favorecer al régimen de Maduro.
Solá consideró que para Argentina es más importante pertenecer al Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela (GIC), integrado por la Unión Europea (UE) y países de América Latina, que al propio Grupo de Lima, puesto que “es más sutil y global”.
«La República Argentina formalizó este miércoles (24.03.2021) su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada», fue parte del mensaje publicado por la Cancillería para anunciar su retiro.