La decisión del Banco Central de Venezuela de ampliar el cono monetario vigente, con la emisión de billetes de 200.000, 500.000 y 1.000.000 de bolívares, tendrá un impacto muy efímero y el poder de compra de estos billetes no durará más de 15 meses, sino no se frena el proceso de hiperinflación que vive el país.
Esta fue una de las conclusiones que se puso sobre la mesa en el curso organizado por el Observatorio Venezolano de Finanzas, destinado a los estudiantes de economía en torno a la reconversión monetaria que se estima deberá estarse aplicando en cualquier momento, encuentro en el cual los ponentes fueron los economistas y docente universitario Jesús Palacios Chacín y Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica.
Palacios Chacín explicó que el bolívar ha perdido su utilidad como unidad de cuenta; también lo ha perdido como depósito de valor, ya que ningún venezolano piensa en ahorrar en bolívares y como método de pago del intercambio, el bolívar ya no genera confianza y ha quedado para algunos usos específicos como pagos de nominal y servicios públicos.
Explicó que la ampliación del cono monetario con nuevos billetes, va en contra de lo anunciado por el propio Maduro, quien señaló que el país iba hacia una economía con mayor digitalización y mayor eficiencia en el sistema de pagos, recordando que el billete de mayor denominación es equivalente a 0,50 dólares; el de 500 mil bolívares solo representa 0,25 dólares y el de 100 mil apenas 0,10 dólares.
Afirma que con esta decisión, el gobierno pareciera estar buscando definir en alguna medida la resolución de algunos problemas que le generen ventajas transaccionales que son muy efímeras, que al final va a servir para pagar la gasolina subsidiada o el pago del transporte público, pero en muy corto plazo porque la inflación al final nos va a llevar a ajustes en forma nominal en forma muy rápida, porque el país sigue inmerso en un proceso de hiperinflación, si vemos los resultados del índice de inflación de enero y febrero que está por encima del 50%.
Hiperinflación estructural
Mientras tanto, el economista Asdrúbal Oliveros señaló que se puede hablar que Venezuela sufre de una hiperinflación estructural, lo cual después que el país tiene tres años en este ciclo, condiciona la conducta de los agentes económicos, tanto en el consumidor como entre los comerciantes y productores, con lo cual el ciclo de estabilidad de esto, incluye medidas drásticas y necesita incluir a un elemento de credibilidad muy elevado para ir cambiando y modelando estas expectativas y adicionalmente los resultados no van a ser tan rápidos.
“Esta es una observación que es importante, porque el ciclo ha sido demasiado largo y levantar la confianza de los agentes va a llevar muchísimo tiempo”, afirmó.
Precisó que de acuerdo con el seguimiento que hace Ecoanalítica de la inflación, se ha determinado que la media se mueve semanalmente entre el 5% y 10% , observándose como salvo muy contadas excepciones el ciclo de inflación está por debajo del 5%.
“Este es un elemento importantísimo que condiciona la conducta de los agentes, se observa en la ultima semana una tendencia a la baja, ello producto de la relativa estabilidad de la tasa de cambio, que es uno de los condicionantes, no el único, pero si uno de los condicionantes más importantes de la inflación; sin embargo, a pesar de que el tipo de cambio no ha variado en las últimas semanas, los precios si lo han hecho, en menor medida, pero si lo hacen y ello tiene que ver con el tema de expectativas”.
Asegura que en un entorno como este, un billete, sea de la denominación que sea pueda mantener su valor en el tiempo, con lo cual si no se ataca el problema de fondo que es garantizar la estabilidad de precios, o bien tiene que ir a un esquema totalmente digital donde prescinda de los billetes y esta pareciera ser la intención del Gobierno, con una fricción importante en el área del transporte público o bien, tienen que estar permanentemente sacan do nuevos billetes para hacer frente al colapso la inoperatividad de los billetes existentes.
