El reconocido jugador sueco, Zlatan Ibrahimovic, anunció su regreso a la selección después de casi 5 años de haberse retirado de la misma. Tras el gran nivel que está demostrando en el AC Milan, Zlatan decidió volver a jugar con Suecia y prepararse de cara al proceso clasificatorio al Mundial de Qatar 2022.
Ibrahimovic no solo es conocido por su nivel futbolístico, sino que también suele estar en las primeras páginas de los medios deportivos por las declaraciones polémicas y repletas de egocentrismo que suele decir sobre su personas. El ejemplo más claro, es que al anunciar que volvía a Suecia, escribió en su cuenta de Twitter: «El regreso de Dios«.
A lo largo de su carrera, Zlatan ha brindado declaraciones bastante sobrias y acertadas, pero nunca ha dejado a un lado su faceta de egocéntrico, la cual ha tenido mucha aceptación por parte de los fanáticos del fútbol, quienes lo admiran por su faceta en el campo de juego y por su forma de ser frente a las cámaras.
Sin embargo, este 22 de marzo Zlatan dejó ver una faceta que poco se conocía públicamente: sus sentimientos.
Debido a que el próximo 25 de marzo Suecia se enfrenta a Georgia en el inicio del proceso de clasificación al Mundial Qatar 2022, Zlatan tuvo que viajar a su país. Desde allí, Ibrahimovic volvió a vestir los colores de su selección, y en la primera conferencia de prensa oficial, terminó con lágrimas en los ojos.
El motivo de la emoción de Zlatan surgió cuando le preguntaron por la reacción de sus hijos cuando se enteraron que volvía a jugar en el equipo nacional. Ibrahimovic volvió a Suecia y su hijo Vincent lo recibió con un “papá, no vuelvas a irte”. Al recordar esta escena, el célebre jugador sueco hizo una pausa en su declaración para limpiarse las lágrimas de sus ojos, evidencia de la emoción del momento.