Siete hombres entraron la noche del viernes 19 de marzo a los terrenos de la escuela Técnica Agropecuaria San Ignacio del Masparro, ubicada en el municipio Rojas del estado Barinas.
Las autoridades del colegio realizaron la denuncia en la sede de la Guardia Nacional y esperan que los cuerpos de seguridad hagan algo ante esta situación que pone en riesgo la seguridad de los estudiantes y el personal, informó Fe y Alegría en su portal informativo.
Es importante destacar que se trata de la finca donde murió el padre José María Vélaz, fundador de Fe y Alegría. «Este fue el último sueño de Vélaz», declaró a Radio Fe y Alegría Noticias la hermana Moraima Rojas, directora general del complejo educativo de San Ignacio de El Masparro.
Productividad y servicio
En la escuela Técnica Agropecuaria estudian 250 adolescentes y jóvenes que aprenden el oficio de la producción. Estos chicos y chicas aspiran a obtener el título de Técnico Medio y seguir una carrera universitaria vinculada a las necesidades de la comunidad.
Actualmente, la escuela produce 1.300 litros de leche a la semana, aproximadamente, también cuentan con un espacio para la cría de ganado, de cerdo y aves.
El complejo educativo tiene 480 hectáreas destinadas a la enseñanza y a la producción agrícola.
En el lugar donde se ejecutó la invasión hay 80 hectáreas sembradas con árboles de Teca y, justamente en estos momentos están en proceso de deforestación para volver a sembrar y comercializar.
Escuela modelo
Para mejorar y modernizar las instalaciones de la escuela, el grupo Consejo Noruego está apoyando con financiamiento internacional una iniciativa de remodelación de algunas áreas como la de ordeño para facilitar el trabajo y ampliar la capacidad productiva.
Esta escuela funciona como internado y, aunque por la pandemia, los estudiantes están en sus casas, semanalmente asisten en pequeños grupos para continuar con sus procesos de aprendizaje en el campo. La directora general del complejo, la hermana Moraima Rojas espera que las autoridades puedan hacer respetar los terrenos del colegio. Que los invasores comprendan que están afectando la educación y la productividad de las familias vinculadas a la escuela.