“Las teorías ofrecidas por los expertos colocan a las diferentes especies Homo en una misma época, lo que hace difícil concretar la línea evolutiva. Por otro lado, estas interpretaciones son temporales y dependen de las investigaciones sobre los hallazgos fósiles encontrados, por lo cual, los nuevos descubrimientos producirán, inevitablemente, cambios en las teorías sobre la evolución humana.
Las herramientas olduvayenses más antiguas atribuidas a Homo, fueron encontradas en Gona (Etiopía, también se le atribuye a Etiopía la aparición del café ¿Causalidad?). En Hadar (Etiopía) fue encontrado en 1994 un maxilar, cuyas características indican que podría haber pertenecido a un Homo y que data de hace 2,33 millones de años.
Una de las teorías que explicarían el desarrollo del cerebro de Homo, unido a la utilización de herramientas, es la teoría del tejido costoso, que sostiene que, debido a una disminución de superficie de selva, los primeros Homo serían carroñeros y comerían el tuétano de los huesos, ayudándose de herramientas de piedra. Hay una relación inversa entre el grado de encefalización y el tamaño del aparato digestivo, por lo que este al acortarse, por una dieta más carnívora, pudo facilitar el aumento del tamaño del cerebro.
Cronológicamente, Homo habilis podría ser el primero de nuestros antepasados Homo. Los restos más antiguos que con certeza pertenecen a esta especie, datan de hace unos 1,8 millones de años y su nombre, “hombre hábil”, se debe a que se le adjudica cierto manejo en la elaboración de útiles de piedra. El H. habilis evolucionó hace unos 1,5 millones de años hacia el Homo erectus, especie que llegó a habitar gran parte del Viejo Mundo, desde África hasta China e Indonesia. H. erectus comenzó a ser remplazado por formas arcaicas de Homo sapiens hace 400 o 250 mil años.
Fuente Wikipedia.
Teniendo conocimientos sobre nuestros antepasados, de lo cual esto no llega a ser sino una pequeñísima reseña tomada como llamado a un punto de atención, supongo que la interrogante es: ¿A dónde quiero llegar?
Existen instituciones que enseñan a “ocasionar el mayor daño posible al menor costo, incluyendo la muerte”, y existen sistemas educativos errados que enseñan a exterminar la vida en el mayor milagro de Dios…“El Planeta Tierra”.
Falsos profesionales y tecnólogos han ocasionado gravísimos daños a ecosistemas indispensables para la preservación de la vida.
En 2008, apoyado por la Junta Directiva de un canal de televisión, en un programa en el cual tuve la osadía de ser moderador; desesperado por llamar la atención de las instituciones y funcionarios a quienes compete la preservación del ambiente en nuestro país, y que titulamos: “Curemos la Tierra” (puede verse en YouTube), aprendí de “Radamés Urtiaga”, científico postulado por la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” al premio “Príncipe de Asturias”; que tardaríamos 500 años para recuperar, tan sólo, 2 centímetros de capa vegetal, en las devastadas zonas de la Sierra de Portuguesa.
Los caficultores venezolanos han sido paulatinamente obligados a pasar de ser: “Guardianes gratuitos del ambiente a ser los principales depredadores de la vida, todo, en la búsqueda de una agricultura de subsistencia que les permita, tan sólo, MITIGAR EL HAMBRE impuesta por un sistema político económico a través de la conculcación de su derecho al trabajo y a una remuneración justa y digna que les permita, cubrir sus necesidades básicas para sí y para su familia”.
La preservación de la caficultura venezolana constituye un imperativo para la preservación dela vida por su inmensa influencia en los ámbitos: “Ecológico, farmacéutico, social, económico, cultural, turístico y hasta político…”
Continuará…
Maximiliano Pérez Apóstol
