También murió. Igual, prematuramente. Por cuanto, cuando una persona a pesar de su edad está dando bastante a la familia. Cuando emigra de su país adoptivo buscando nuevos horizontes, mejores, de progreso y bienestar. Con planes, proyectos, trabajo y repentinamente muere, para mí es prematuro. Y digo hermano, con la acotación de amigo, en el título de este artículo, por cuanto en las iglesias se pueden aglutinar gran cantidad de hermanos en la fe, pero no se tiene tiempo, espacio y hasta buena voluntad para hacer verdaderos amigos. Y eso, es absolutamente normal en el ser humano quien vive y lucha en un mundo de pecado. Por cuanto ser amigo, hacer amigo es una condición muy especial que sobrepasa los límites eclesiásticos. El mismo Jesús lo dejó claro cuando les dijo a sus discípulos… “Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre” Juan 15:15. Al final, Jesús entonces es el verdadero amigo que todos necesitamos.
Pero Emilio tenía la facultad para hacer amigos y para mí fue eso. Así como algunos otros hermanos que ellos saben quiénes son. Su personalidad activa y dicharachera contagiaba. Era pasional en lo hacía y emprendía. Celoso de sus convicciones cristianas. Recuerdo actitudes donde mostraba frustración y hasta molestia cuando daba sus estudios bíblicos y alguien no aceptaba la verdad o dudaba de ella, sobre todo en cuanto al “Estado de los Muertos”, mostraba su inconformidad sin máscara y nos causaba gracia. El tiempo que estuvo defendiendo causas sociales públicamente, seguramente levantó el “asombro” de muchos “santos” en el ámbito de la cristiandad, pero en las convicciones personales, íntimas, en el carácter y el comportamiento. En las actitudes y la profundidad de los pensamientos y sobre todo en esa inclinación testaruda de presentar el Evangelio de Salvación, solo DIOS puede entrar y conocer. Él es el único Juez.
¿Y quien no tiene luchas en su vida cristiana? El apóstol Pablo lo grafica de manera elocuente “Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago” Rom.8:15. Y si leemos hasta el versículo 24 nos daremos cuenta que es el drama que vive cualquier cristiano en este mundo y ninguno estamos exentos de ello. El mismo Martín Lutero había aprendido evidentemente el significado de esta experiencia cuando dijo “Tengo más miedo de mi propio corazón que del papa y de todos sus cardenales” llegó a decir. DBA ¿Cómo les parece?
Pero al final, el apóstol en una expresión por demás elocuente también da la solución, cuando clama “!!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?… Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro”. Y ese, fue el mismo sentir de Emilio en su convalecencia final. Cuando en el mes de Enero conversé con Marlene para saber de mi amigo, me dijo “él está muy decaído pero con los ojos puestos en nuestro señor”. También supimos que en sus momentos más difíciles, debido al dolor que le producía la lesión, lo que realmente le calmaba era la hermosa música de adoración contenida en los himnos que alaban a Dios, entonces podía dormir más tranquilo. Lo cual refleja vívidamente su entrega total a la voluntad de Dios en su vida.
¿Cuántos estudios bíblicos dio con su especial personalidad y su carácter… cuántos conocieron la verdad del Evangelio de Salvación por su esfuerzo personal y el de su esposa Marlene… ¿Cuántas almas ganadas para Cristo veremos en el “Mar de Cristal” en el día postrero? Solo Dios lo sabe. De lo que sí estamos seguros es que Mi hermano y amigo Emilio Borg entregó su vida al Señor y el Señor en su ininteligible amor lo guardó para Salvación y cuando allá se pase lista, seguro su nombre escucharemos… AMÉN.
¡Hasta la semana que viene por la WEB Dios mediante!
William Amaro Gutiérrez