El presidente de la Federación Médica Venezolana, doctor Douglas León Natera, expresa su preocupación por la forma como el régimen ha venido actuando, desde hace un año, frente a la pandemia de la COVID-19, ya que ha predominado el populismo con la flexibilización alegre de la cuarentena en las festividades navideñas de diciembre, la celebración de los carnavales y, prontamente, con la Semana Santa.
En entrevista concedida a Elimpulso.com, el dirigente gremial se refirió a la falta de una política de salud pública, al poco interés por desplegar un programa de vacunación masiva de la población y al peligro que corren los enfermos que acuden a los hospitales, ya que si son medio parapeteados del mal que sufren están expuestos a contraer otra enfermedad porque los centros asistenciales están contaminados.
Las autoridades demuestran que no tiene nada que ver con la salud pública y no le importa que la gente muera, afirmó.
Cuarentena obligada
Dijo que el régimen, obligado por la declaración de la Organización Mundial de la Salud en torno a la pandemia, decretó la cuarentena.
Este régimen se ha caracterizado por mantener los hospitales desabastecidos, sin insumos y sin medicamentos, sostuvo y agregó: Y sin importarle casi nada, por no decir nada, la salud del pueblo de Venezuela.
A mediados de marzo de año pasado decidió declarar la medida de restricción y luego con el tiempo adoptó una serie de flexibilizaciones, como la de 7 por 7 días restringidos y terminados éstos, los flexibilizados.
Pensó Nicolás Maduro que en diciembre no habría pandemia y alegremente adelantó la navidad, dando rienda suelta para las celebraciones en todo el país y mucha gente no guardó la protección necesaria, dejando a un lado la mascarilla quirúrgica, la máscara facial, el lavado de manos, en fin, la higiene y todo lo concerniente a la prevención frente a una enfermedad que no tiene todavía un tratamiento específico, pues ahora es cuando están apareciendo las vacunas.
En carnaval ocurrió lo mismo: libertinaje total como si el virus fuese a desaparecer mágicamente, dijo Natera.
Estas son decisiones populistas, sin prever las consecuencias y que demuestran que el régimen no tiene no tiene nada que ver con la salud pública.
Y por supuesto, como ya se ha anunciado, en Semana Santa se volverá a poner en práctica el mecanismo de flexibilización ilimitada como pasó en diciembre y en los días de carnaval.
No extrañará, continuó diciendo el doctor Douglas León Natera, que muchos de los funcionarios saldrán con el rosario y con el crucifijo, para darse golpes de pecho. Incluso, algunos de ellos abusivamente irán a misa, para hacer ver que no habrá en esos días, pandemia. Sin importarles muérase quien se muera.
Vacunación para el alto gobierno
Criticó el dirigente gremial la forma como se ha venido desarrollando el programa de vacunación con el producto ruso Sputnik V, ya que en lugar de haber comenzado por el personal de salud, que está dando la cara, el proceso de inmunización fue privilegiado al alto gobierno. Después de Nicolás Maduro y su esposa, fueron vacunados ministros, diputados, militares y policías.
La Federación Médica Venezolana al celebrar el Día del Médico hizo énfasis en la necesidad de mantener permanentemente las medidas de bioseguridad por ser éstas imprescindibles, recomendar las medidas de seguridad que son prioritarias.
Denunció como irregular el programa de vacunación, por cuanto se están enviando lotes de 600 u 800 dosis a capitales de estados y de las ciudades principales, pero no precisamente para los médicos y el resto del personal de salud, que son los que están en la primera fila de la lucha contra la enfermedad.
Discriminación
En este mismo orden de su denuncia, afirmó que está privando la discriminación, ya que no todos los profesionales de la medicina están siendo vacunados.
A mi me la negaron en el Vargas de Caracas porque el director de ese hospital dijo yo no estaba en la ruta de COVID-19.
Debo indicarles que aquí, como en todo el país, los médicos estamos en la ruta no en ese solo hospital sino en todos los hospitales y ambulatorios a donde lleguen los pacientes.
También debo informar que el 80 por ciento de los médicos no aparecen en las listas que tienen las autoridades de salud. Tenemos muchos casos en el área metropolitana de Caracas así como en el resto de Venezuela. Hay una desconsideración inmensa con el personal de salud debido a la politiquería de este régimen.
El ejemplo de Israel
El presidente de la FMV manifestó que si la cuarentena se rigiera de manera seria y coherente sería la más efectiva.
Al respecto citó el ejemplo de Israel, donde se ha venido aplicando este sistema restrictivo con éxito comprobado y, al mismo tiempo, se ha logrado vacunar el 98 por ciento de la población.
Además de ello, los israelíes crearon un inhalador para tratar la cavidad superior respiratoria.
En este momento, se pueden dar el gusto de andar por las calles con toda tranquilidad, porque ya se han protegido.
Vacunas insuficientes
Lamentablemente, en Venezuela la situación es crítica, ya que los anuncios oficiales no satisfacen las necesidades, puesto que apenas se ha previsto utilizar cien mil dosis de la vacuna rusa que equivale a 50 mil personas y de China se esperan 500 mil para 250 mil personas. Sumarían 300 mil el número de vacunados, cifra muy baja si se toma en cuenta que sólo el personal de la salud supera las 500 mil personas.
Lo que han hecho los funcionarios es mentirle de manera consuetudinaria al pueblo y tratar de ganarse a sus adeptos con el cuento de que han vacunado equis cantidad, todo lo cual es producto de la retórica y de la fantasía.
Trabajo a ciegas
En el curso de sus declaraciones, nuestro entrevistado dijo que desde hace dos años las autoridades de salud no suministran cifras epidemiológicas, que tenían que darlas cada semana y las cuales son necesarias para saber cómo ha sido el comportamiento de las diferentes patologías en Venezuela. Estamos, dijo, trabajando a ciegas, con los ojos cerrados, y sólo sabemos lo que vemos en las emergencias y pacientes en las camas de hospitales públicas y clínicas privadas.
Áreas cerradas en hospitales
Los hospitales en Venezuela están trabajando en el 25 por ciento de su capacidad y el otro 75 por ciento no funciona. ‘Las áreas están cerradas porque este desgobierno no se ha ocupado de atender la salud como debe ser. Aún más, las clínicas privadas han tenido que cerrar el 70 por ciento de las áreas específicas de hospitalización».
Caótico, aseveró, es el sistema de salud. La gente se está muiendo en los hospitales públicos y privados.
De pronto oyes que el hospital A,B o C está en un cien por ciento de ocupación, pero ese porcentaje es el 25 por ciento que está funcionando. Hay un gran desastre en la administración de la salud pública porque el sistema es inexistente.
Fallecimientos
En los doce meses de cuarentena, refirió, van 260 médicos muertos por haber contraído COVID-19 y del resto del sector más de 400, que suman una cifra nunca antes vista en el mundo, porque en cualquier país el porcentaje fallecido del personal salud no pasa del 2 por ciento y nosotros tenemos el 30 por ciento de decesos en el personal que está en la primera fila para atender a los pacientes de esa terrible enfermedad.
Desprotegido personal de salud
La doctora Luzmila Leal, de la organización no gubernamental de Médicos Unidos, expuso que el sector salud no se altera por la cuarentena, sino por el no cumplimiento de las normas de bioseguridad que deben llevar la comunidad y todos los ciudadanos en Venezuela.
No atender las recomendaciones de previsión aumenta el número de pacientes con la COVID-19.
Señala que el sistema de salud tiene demasiadas limitaciones en cuanto a equipos de bioseguridad para el personal que está dando la cara en todos los hospitales, ambulatorios y los hospitales centinelas.
Existen deficiencias en lo relativo a infraestructura, material de limpieza, oxígeno y demás insumos, lo que trae grandes problemas.
La doctora Leal considera que el número de casos de COVID-19 debe ser mayor a las cifras que suministran las autoridades. Nosotros no manejamos las estadísticas, pero éstas no reflejan la verdadera información aportada por los médicos de los diferentes hospitales del país, ya que en todas las entidades federales existen Médicos Unidos, quienes están atentos a todo lo que pasa.
Aunque tienen conocimiento de las pacientes que no han sido doblegados por la enfermedad y de los fallecidos, no pueden mencionar números.
Éstos, sin embargo, indican claramente que no son confiables los datos oficiales y no aparecen en ningún informe epidemiológico, porque no existen.
Plantea la necesidad de cuidar al personal, al cual el Estado debe suministrarle primeramente los equipos de bioprotección y segundo, la colocación de la vacuna, como la mayoría de los países del mundo, donde se está cumpliendo el 60 o casi el 70 por ciento de la vacunación.
Dice que durante la cuarentena ha sido muy alto el precio pagado por los médicos, que han perdido la vida a consecuencia de haber contraído COVID-19.
Además de estos ´profesionales también han muerto licenciados en enfermería, camilleros, técncios radiólogos, técnicos en biomedicina, bioanalistas, camareras, en fin todo aquel que puede estar en forma directa con los pacientes.
La doctora Leal en sus declaraciones a Elimpulso.com, manifiesta que el personal médico no tiene la programación de cómo se está llevando el proceso de vacunación, en qué centros están vacunando y a quienes hasta ahora han vacunado.
Sabemos que en el hospital de Sarare vacunaron a integrantes del personal, pero no se tiene precisión si fue a todos.
Es del criterio que la vacunación no puede ser parcial sino general porque, especifica, ñaquí tenemos hospitales centinelas, emergencias en el hospital Pastor Oropeza, Central Antonio María Pineda, Pediátrico, ambulatorio del oeste, ambulatorio de Cabudare, y otros donde llegan pacientes todos los días.
Si no nos ponen vacuna al sector salud tenemos alto riesgo de contagio, lo que traería graves consecuencia, en vista de que este sector cuenta con el peronal completo, ya que muchos han migrado y otros han renunciado porque los sueldos no son dignos. Con una falla grande de personal, agravado pórque quienes contraen la enfermedad tienen que salir de reposo, la situación se torna crítica, ya que no deja de bajar el volumen de enfermos que está llegando, enfatizó la doctora Leal.