La oficina de derechos humanos de la ONU expresó su consternación el martes de que Suiza se sume a otros países donde la “discriminación activa contra las mujeres musulmanas” es legal desde que los votantes suizos aprobaron la prohibición de usar burqas o niqabs.
En un referendo el domingo, los votantes suizos aprobaron por estrecho margen la prohibición de usar velos que cubren toda la cara, además de pasamontañas y pañuelos que usan algunos manifestantes.
La medida prohibirá cubrirse la cara en lugares públicos con algunas excepciones como la mascarilla preventiva del COVID-19. Las autoridades tienen un plazo de dos años para redactar una ley detallada.
Ravina Shamdasani, vocera de la oficina de derechos, reconoció que era un “tema controversial” y dijo que no se debería obligar a las mujeres a cubrirse el rostro, pero “el uso de la ley para dictar cómo deben vestirse las mujeres es problemático desde la perspectiva de los derechos humanos”.
La prohibición legal del velo facial limitará indebidamente la libertad de las mujeres de manifestar su religión o creencias y tiene un impacto más amplio en sus derechos humanos”, dijo a la prensa en una conferencia de prensa de la ONU en Ginebra.
Dijo que el Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos permite imponer algunos límites a la libertad para proteger la salud pública, la salud, el orden y la moral, pero que “justificaciones vagas” sobre la amenaza que representaría el velo facial no son legítimas.
El gobierno suizo se opuso a la propuesta y sostuvo que el velo facial es un “fenómeno marginal” en el país.
Un partido populista de derecha apoyó la medida con entusiasmo, mientras que la izquierda se opuso. Con la aprobación, Suiza se suma a países como Bélgica y Francia que han aprobado medidas similares.