«No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor», Madre Teresa de Calcuta.
Las mujeres, por su naturaleza maternal que las hace solidarias, el ímpetu que tienen como trabajadoras incansables y su convicción democrática, pueden contribuir enormemente a lograr los cambios que requiere el país.
Con motivo de la celebración del Día la mujer, ElImpulso.com les preguntó:
¿Qué pueden aportar las mujeres, para lograr un cambio que permita mejorar las condiciones de vida de la población?
Estas son las 12 mujeres seleccionadas por su gallardía, espíritu solidario y fraterno, que nos hacen sentir orgullosos de la mujer venezolana.
El sueño de la libertad
Dos mujeres referencia en el país son María Corina Machado y Delsa Solórzano. Ambas damas representan la lucha por el sueño de la libertad y la construcción de una Venezuela más próspera y justa para todos los venezolanos.
Machado, quien estuvo en Barquisimeto en julio de 2019 cumpliendo parte de su agenda política nacional, expresó su satisfacción de estar en este medio del cual dijo “tiene un espíritu indoblegable”, a pesar de todas las dificultades que ha tenido el decano del periodismo venezolano.
Señaló que frente a esta realidad de hambre y de éxodo, ella viene luchando por los valores, fijándose como un deber escuchar a la gente y diciendo la verdad, lo que por supuesto tiene rechazo en algunos sectores que la adversan.
Un rol muy importante en la vida política ha tenido Delsa Solórzano, quien se ha propuesto trabajar en la liberación de los presos políticos y la defensa de los Derechos Humanos.
El amor indetenible por Venezuela
Las mujeres podemos hacer muchísimo por el país, primero porque somos la base de la familia y en segundo término, tenemos clara conciencia de lo que está pasando y, por lo tanto, como conocemos quien es el responsable de la tragedia que diezma al pueblo venezolano.
De ese modo respondió a nuestra pregunta la doctora Blanca Rosa Mármol de León, exmagistrada del Tribunal Supremo de Justicia, exrepresentante de Venezuela en la Federación Latinoamericana de Magistrados, catedrática universitaria, escritora y activista de los derechos civiles y políticos del país.
A las mujeres, prosiguió, nos toca luchar para salvar a todas las personas, a todas las generaciones, que les ha tocado vivir esta crisis política, económica, moral y de todas clases que estamos viviendo.
Si las mujeres nos unimos, por supuesta acompañadas por los hombres, sacamos adelante a Venezuela. Porque estoy segura que la situación puede ser resuelta en corto tiempo.
Otra de las mujeres más sobresalientes en la lucha por Venezuela, es Valentina Quintero, una mujer que ha cautivado al país con su don de gente sin igual. Es alegre, optimista y se ha quedado #SembradaEnVenezuela, como lo indica en sus redes sociales.
Ha recorrido cada rincón de Venezuela y considera que nuestro país se puede convertir en una potencia turística con sus playas, llanos, desiertos y montañas.
Coraje, decisión y firmeza
Podemos lograr los objetivos que nos tracemos para resolver la crítica situación del país porque las mujeres tenemos coraje, decisión y firmeza, dijo por su parte la doctora Sobella Mejías, secretaria general seccional de Acción Democrática en el estado Lara.
Seguidamente, adicionó que el papel protagónico que tiene la mujer es hoy tan importante en el mundo, que la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha declarado esta fecha como ser primordial en la lucha contra la terrible pandemia de la COVID-19.
La mujer, dijo, es el factor fundamental para la humanidad, porque al tener la responsabilidad de la maternidad la convierte en la persona protectora de la familia y como madre por su naturaleza misma es profundamente sensible, trabajadora a carta cabal y con un gran espíritu solidario. Bien lo dijo el poeta Andrés Eloy Blanco: cuando se tiene un hijo se tienen todos los hijos del mundo.
Desde 1945, cuando se nos otorgó el derecho de elegir mediante el voto universal, directo y secreto, nos colocamos en el rol protagónico de las decisiones que se deben tomar en el país.
Otra dama que es motivo de inspiración es la dirigente político de Voluntad Popular, Macarena González, quien destacó el rol de la mujer en la formación y educación en la familia.
La sociedad venezolana es matriarcal, ya que cada día vemos que la familia está formada mayormente por la madre y los hijos, porque marcadamente es de padres ausentes. Y la mujer es la que forma en valores y principios a esos ciudadanos que están llamados a construir el país. Aún más, es la que asume con mayor fuerza la lucha social y son las mujeres las que protestan enérgicamente por la falta de los servicios públicos y las malas condiciones en que vive la población.
Ante esta crisis política, económica, social y humanitaria, la mujer no ha dejado de sentir su voz y está participando en todos los ámbitos de lucha por la recuperación de la democracia. Dispuesta a sacar las garras en esta lucha.
Esfuerzo y voluntad
La doctora Rita Añez, rectora de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre, cuya sede principal es Barquisimeto, es optimista en que se puedan producir cambios en la república.
Coincide en que las mujeres por su sentido maternal, tradicionalmente, son muy tolerantes y siempre muy inclusivas, solidarias, dispuestas a que se produzcan transformaciones para bien.
En el país, hasta hace cierto tiempo, teníamos buenas universidades, una economía en desarrollo y grandes expectativas, que han sido arrasadas por la crisis. Sin embargo, Venezuela tiene todavía posibilidades de recuperación. Mediante un esfuerzo unido, con voluntad y férreo trabajo, es factible lograr nuevas metas. Y el cambio puede darse si existe la disposición de un diálogo fructífero, que nos permita trazar planes para sortear esta situación crítica por la cual atravesamos.
Una de las dirigentes gremiales más activa del estado, la docente Déborah Velásquez, presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, declaró que las mujeres han dado demostración, a lo largo de la historia, de asumir los retos como este que estamos viviendo en este momento en el país.
Lo primero que hay que hacer es dar ejemplo de eso que se llama unidad, de la cual se habla tanto, pero que en realidad no existe. Es preciso que se logre, con las diferencias que podamos tener, ya que urge unirnos para plantear una lucha certera y exitosa.
Y en este sentido, nos debemos comprometer a presionar para que ciertamente se forme la unidad, para cambiar este modelo político y simultáneamente de luchar intensamente, porque no podemos seguir viviendo en las peores condiciones que jamás pensamos que podrían suceder.
«Debemos unirnos para luchar con el fin de cambiar esta situación y, al mismo tiempo, elevar nuestra voz de protesta y no cruzarnos de brazos. Definitivamente tenemos que ser promotoras de cambios«.
Formar y hacer el bien
La doctora Nelly Cuenca de Ramírez, fundadora del Centro de Resolución de Conflictos del Colegio de Abogados del estado Lara y jefe del Departamento de Derecho de Ciencias Económicas y Empresariales de la UCLA, al opinar sobre el aporte que pueden dar las mujeres para que se produzcan los cambios en el país, manifiesta que sus planteamientos no son originales por cuanto comparte las ideas globales de las Naciones Unidas y de las directivas de la Unión Europea, las cuales son las más apropiadas para el momento.
En este aspecto señala que para lograr la paz en países con conflictos, las mujeres son fundamentales porque en nuestro ADN fluye el espíritu de la conciliación.
La crisis, cada vez mayor, que hemos vivido en el curso de los últimos veinte años, se ha agravado con la aparición de la COVID-19, para la cual la gente no tiene posibilidades de hospitalizarse porque carece de los recursos necesarios.
En este sentido, la doctora Nelly Cuenca de Ramírez asienta que precisamente la formación y la educación son tareas de las mujeres, porque es el camino para crear un mejor presente, eliminar la violencia y garantizar un futuro.
Para la doctora July de Arocha no sólo las mujeres, sino los hombres tienen mucho, muchísimo que aportar, con el propósito de mejorar las condiciones de vida de quienes se encuentran en situación precaria y requieren el apoyo de gente de buena voluntad.
Ella junto con su esposo, el doctor Raúl Arocha, tuvieron la idea, junto con otros profesionales de la medicina, de crear la fundación Nawaraos, con la idea de ayudar a los indígenas del Amazonas, debido a que éstos se encuentran en las partes más remotas del país y sin apoyo.
Es una organización no gubernamental y apolítica, ha logrado reunir a muchos especialistas que viajan desde Barquisimeto a los remotos parajes del sur de Venezuela para brindarle asistencia a los indígenas.
Y ella, como mujer, considera que por su condición de creadoras de vida, aferradas a principios y valores necesarias para la formación de buenos ciudadanos, están llamadas a intensificar sus labores en pro de los más necesitados.
La cultura del amor
Jeisa Villalón es de esas mujeres cuyo amor por el arte y la cultura han generado espacios de vida en nuestra ciudad. A lo largo de los años se ha dedicado a promover encuentros donde el amor por nuestra tierra se traduce en esculturas, cuadros y lienzos que describen parte del gentilicio larense.
Ese amor por el arte viene de su padre, Armando Villaón, quien sembró en ella los valores necesarios para querer a esta tierra.
La cultura también es un vehículo para lograr los cambios que requiere el país, pues promueve el arraigo y el sentido de pertenencia por lo nuestro.
Finalmente, tenemos en la selección de mujeres para honrar en este día a la muy querida Fracesca Elena Ravasio, a quien todos llaman «Paquita», fundadora de La ciudad de los muchachos, una organización dedicada a brindar alimento del cuerpo y el alma.
Llegó a Venezuela en 1969 y desde entonces se ha dedicado a trabajar por el prójimo. “Me di cuenta que valía más la pena, gastar la vida de uno al servicio de los demás y he aprendido más de ellos que lo que yo les puedo enseñar”, expresó Paquita hace unos años a ElImpulso.com.
En esta ocasión especial, celebramos la presencia de tantas mujeres luchadoras, comprometidas, alegres y dispuestas que siguen generando vida y están dispuestas a cambiar al país con su ejemplo.