Las autoridades de salud de Brasil hicieron un llamado el lunes al confinamiento y toque de queda a nivel nacional debido a que los hospitales están quedándose sin espacio en sus unidades de cuidados intensivos en un momento en que la COVID-19 cobra más de 1.000 vidas diarias en el país.
“El repunte de la pandemia en varios estados está llevando al colapso a sus redes de asistencia pública y privada y ha creado un riesgo inminente de propagarse a todas las regiones de Brasil”, advirtió el Consejo Nacional de Secretarías de Salud del país en una carta abierta, añadiendo que la nación atraviesa su peor momento desde que la pandemia llegó a su territorio.
La semana pasada fue la de mayor muertos en Brasil por el coronavirus, con 8.244 decesos.
El consejo, que representa a las 27 secretarías de salud del país, planteó en su misiva la idea de que se ordenen confinamientos en ciudades en las que no haya disponibilidad en los pabellones de cuidados intensivos, y toques de queda de 8 de la noche a 6 de la mañana en el resto de las localidades.
Menos del 4% de la población brasileña ha sido vacunada contra el COVID-19. Casi 260.000 personas han muerto en la nación sudamericana a causa de la enfermedad.