Dos astronautas hicieron una caminata espacial el domingo para instalar las estructuras de soporte de los nuevos paneles solares, más eficientes y que llegarán este año a la Estación Espacial Internacional.
Los astronautas de la NASA Kate Rubins y Victor Glover colocaron juntos el primer set de soportes y barras de metal, y luego los atornillaron en su lugar junto a las alas solares más antiguas y degradadas de la estación. Sin embargo, el trabajo demoró más de lo anticipado y prácticamente no avanzaron en el segundo set antes de dejar el trabajo.
Rubins terminará el trabajo durante una segunda caminata espacial esta semana.
Los astronautas tuvieron que cargar varias bolsas de 2,5 metros (8 pies). El equipo era tan voluminoso e incómodo que hubo que desmontarlo como si fueran muebles para que pasara por la escotilla.
Algunas de las ubicaciones de colocación requirieron vueltas adicionales del taladro eléctrico y todavía no estaban lo suficientemente apretadas, como indicado en las líneas negras. Los astronautas tuvieron que usar una llave inglesa con tornillos más sólidos, lo que los demoró. En un punto, llegaron a tener dos horas de retraso.
“Quienquiera que pintó esta línea negra se salió un poco de la raya”, dijo Glover en un lugar particularmente complicado.
“Trabajaremos en nuestras habilidades de kínder allá”, contestó Control Misión, exhortándolos a continuar.
Con más personas y experimentos volando a la estación espacial, se necesitará más poder para que todo funcione, según la NASA. Los seis nuevos paneles solares, que Space X entregará en pares en el próximo año aproximadamente, deberán aumentar la capacidad energética de la estación en hasta 30%.
Rubins y Glover colocaron los montantes de los dos primeros paneles solares, programados para lanzarse en junio. Su caminata espacial duró siete horas, un poco más de lo planeado.
“Realmente aprecio su dedicación. Sé que hubo muchos desafíos”, comunicó Control Misión.
Los ocho paneles actuales tienen entre 12 y 20 años, la mayoría ha superado su esperanza de vida y se están deteriorando. Cada panel mide 34 por 12 metros (112 por 39 pies). Se extienden desde una estructura central para alcanzar una envergadura de 73 metros (240 pies), mayor que la de un Boeing 777.
Boeing proporcionará los nuevos paneles, que miden en torno a la mitad que los actuales, pero proporcionan la misma energía gracias a avances en la tecnología de células fotovoltaicas. Se colocarán en ángulo respecto a las antiguas, que seguirán en funcionamiento.
En 2017 se probó un prototipo en la estación.
La caminata del domingo era la tercera para Rubins, especialista en enfermedades infecciosas, y Glover, piloto de la Marina. Ambos tienen opciones para viajar a la Luna.
Los dos están entre los 18 astronautas recién asignados al programa Artemisa de la NASA. Los próximos en viajar a la Luna saldrán de ese grupo.
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