La pandemia ocasionada por el COVID-19 ha causado grandes consecuencias en todo el mundo. Los daños económicos y sociales son devastadores. Hasta la fecha, más de 100 millones de personas han sido infectadas y se registran aproximadamente dos millones y medio de fallecidos. El virus no elige ni entiende de diferencias políticas, de género, clases sociales o religión. Nos ataca a todos por igual. Desde las figuras públicas más importantes, hasta a nuestros seres queridos. Por eso, superar esta crisis es una prioridad mundial.
Así, con un reto tan grande por delante, los distintos países y organizaciones internacionales han puesto de su parte para conseguir dar fin a la pandemia.
Alrededor del globo ya han sido vacunados millones de personas y se espera que progresivamente el número aumente con el pasar de los meses. Es importante que entendamos que dichas vacunas, aprobadas por las autoridades sanitarias competentes, no suponen una limitación u ocasionan daños físicos o mentales a nuestra salud. Por el contrario, la vacunación es la principal herramienta que tenemos para defendernos a nosotros y a nuestros seres queridos del virus. Es por ello que importar las vacunas es sumamente importante para que los venezolanos no sigan siendo víctimas de esta enfermedad.
En Venezuela resulta primordial llegar acuerdos que involucren a los distintos sectores del país. Solo así las vacunas podrán ser distribuidas entre todos los venezolanos, sin importar su afinidad ideológica. La vacunación es el único medio real que tenemos para detener la pandemia. Aunque no lo parezca, el virus sigue siendo peligroso y letal. Debemos cuidarnos a nosotros mismos siguiendo las recomendaciones de los expertos. Las vacunas son necesarias para salvaguardarnos.
Hay miles de personas en el sector salud que arriesgan sus vidas a diario para enfrentar al COVID-19. Son un ejemplo de valentía y coraje, por eso ellos deben tener prioridad al momento de comenzar la vacunación, junto a las personas mayores y otras personas vulnerables al virus como aquellos con enfermedades respiratorias.
Debemos llenarnos de madurez política para llegar a estos acuerdos clave que nos permitan importar las vacunas. Quienes nos desenvolvemos en el juego político del país tenemos que entender que es la salud de millones de venezolanos la que está en juego. Es vital rescatar a la política como la herramienta que nos permita trabajar en pro de la población, en especial de aquellos que están más indefensos. El país entero requiere que colaboremos en esta misma causa. Venezuela entera necesita iniciar lo más pronto posible el proceso de vacunación y solo mediante el consenso y el reconocimiento del contrario podremos conseguirlo.
Stalin González
