En su más reciente informe, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) aseguró que entre enero y diciembre de 2020 se registraron al menos 9.633 protestas, equivalente a 26 diarias en todo el país.
La ONG destaca que la calle continúa siendo el espacio natural para las exigencias de derechos humanos y denuncia de políticas públicas deficientes, a pesar de las restricciones de movilidad ante el “estado de alarma” por la COVID-19, la represión y militarización en distintos estados durante 2020.
«Los cierres de calles o avenidas continuaron siendo la vía más adoptada
por los manifestantes para exigir derechos y denunciar políticas
públicas ineficientes, le siguieron las concentraciones, pancartazos,
cacerolazos, marchas y paros«, destaca parte del documento.
Destacaron que los habitantes de zonas rurales «aumentaron su participación en protestas por servicios básicos, principalmente por gas doméstico, electricidad, gasolina y agua potable», demandas que se han tornado urgentes frente al COVID-19.