Desde hace dos meses que no ha podido llenar el tanque de su vehículo, pese a que su número de placa ha salido publicado varias veces en el cronograma de la mesa de combustible de la entidad.
— No he podido reunir los pesos suficientes para llenar el tanque. Es algo muy difícil, pues por mi trabajo como docente gano en bolívares y no alcanza para nada. Y los pesos que me rebusco dictando clases privadas, lo uso para comprar la comida y el gas–, relata una docente del sur del Táchira.
Un técnico en computadoras, casado y con un hijo de diez años, cuenta que a él también se le hace cuesta arriba adquirir la gasolina en las estaciones de servicio a precio dolarizado.
–A mediados de diciembre apenas pude comprar 32 litros pues lo que pude ahorrar para el combustible fueron 60 mil pesos. A decir verdad comprar a este precio es difícil, a pesar de que sale más barata que en el mercado negro donde en este momento un litro de gasolina ronda los tres mil pesos– comenta.
Vecinos de Naranjales y San Rafael de El Piñal, en el municipio Fernández Feo, en Táchira, coincidieron en que solo aquellos con alto poder adquisitivo y que ganan en dólares o pesos pueden comprar el combustible a precio internacional.
–Para quienes tenemos que transportar nuestros productos a San Rafael de El Piñal y nos toca comprar gasolina, estos precios que ofrece la estación de Marayarí están bien, en comparación con los precios de la calle, pero lo malo es que hay que esperar mucho para que le toque la placa de uno, y a veces toca, de todos modos, comprarlo en el mercado negro–, comenta un agricultor de la zona.
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