El Impulso quiso conocer los rostros detrás de las cifras. Historias inspiradoras que llenan de esperanza y recuerdan el valor de la vida
La palabra «cáncer» no es ajena. Todos, de alguna manera, conocen el alcance de su mortalidad por experiencias cercanas o lejanas, sin embargo, también hay muchas historias de esperanza que han surgido de una enfermedad tan temida como esta.
“¿Me vas a dejar sola otra vez?”, le susurro al oído Ludith Mendoza a su exesposo mientras luchaba contra un cáncer en el cuello y agonizaba por la infección de una bacteria. Aunque el pronóstico de Iván Rojas era poco alentador, Mendoza sabía que el hombre que hace años atrás le dio la oportunidad de ser madre se iba a recuperar.
“Los doctores querían que yo me saliera del cuarto para desconectarlo, pero yo no lo iba a dejar solo en ese momento”, recuerda la mujer quien se escudaba en una sonrisa temblorosa para no llorar y tampoco expresar tristeza.
Muestras de afecto, tratamiento efectivo
La recuperación de Rojas, de 56 años de edad, se debe fundamentalmente al apoyo de su exesposa y sus dos hijos, quienes aplicaron lo que el psicólogo Anderson Jiménez define como contención familiar, ese estado emocional que ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos durante el curso de su enfermedad.
“Estoy contigo”, debe ser la frase más comprensiva que puede escuchar una persona diagnosticada con cáncer. A ese paciente, el entorno familiar le debe inyectar pensamientos positivos para que su proceso de sanación o curación sea más rápido, aseveró el especialista.
El cáncer que padece Rojas ya no está dentro de su organismo. El tumor quedó alojado cerca de la yugular, por eso sus médicos tratantes no recomiendan operación sino cumplir con dos ciclosmás de quimioterapia.
Luchando contra el cáncer
“Solo Dios sabe cuando se tiene que ir uno. Yo lo siento como una nueva oportunidad. Sufrí mucho, yo a veces solo quería que me dejaran ir. Luego, no quería más quimioterapias porque sentí que me iba a decaer, pero nadie me obligó, dijeron que era mi decisión. Y yo pensé que debía hacerlo por mi familia y aquí estoy”, contó Rojas para El Impulso mientras mostraba el injerto de piel que le realizó su cirujano para tapar la celulitis que estuvo a punto de quitarle la vida.
Iván Rojas está consciente de que el cáncer es una enfermedad que no tiene bala, pero ha dado de bajas a muchas personas en Venezuela, aunque las cifras oficiales sobre la mortalidad del cáncer en el país no se conocen desde 2014, justamente en el segundo año de mandato de Nicolás Maduro.
Sin embargo, el doctor Luis Pérez Perdomo, médico cirujano y oncólogo de la Sociedad Anticancerosa del estado Lara, resaltó una realidad de los venezolanos: tienen la capacidad de hacerse fuertes en momentos de dificultad. Pese a las limitaciones y fallas en el sistema de salud en cuanto a disponibilidad de recursos o medicinas, los pacientes venezolanos muestran su entereza y sus ganas de vivir.
Ahora en tiempos de pandemia, la familia de Rojas es más estricta con los protocolos de bioseguridad. Temen a que pueda contagiarse del virus.
Especialistas comentan
El doctor Néstor Miguel Ortega Blanco, vicepresidente de la Sociedad Anticancerosa del estado Lara, explicó que hasta la fecha la tasa de incidencia y mortalidad en la región en pacientes oncológicos con sintomatología asociada al coronavirus es muy baja. Sin embargo, advirtió que las personas que padecen cáncer deben tener un cuidado especial porque esta enfermedad causa inmunosupresión en los pacientes.
“La mortalidad es muy baja porque ya el paciente está en conocimiento de su patología y se cuida mucho. Inmunosupresión significa tener las defensas bajas. Por eso, las personas con cáncer son las más vulnerables de contraer el virus más rápido que la población en general. Si un paciente está padeciendo de cáncer y no le informa al médico o desconoce que tiene coronavirus y se le aplica la quimioterapia, ese paciente puede morir”, advirtió Ortega Blanco.
Por otra parte, una buena actitud es fundamental para que el sistema inmune pueda defenderse. “Fe y optimismo”, son las dos palabras que según el médico oncólogo Héctor Léon Romero deben prevalecer en las personas que son diagnosticadas con cáncer.
El especialista señaló que en Venezuela cerca del 90% de los pacientes (9 de cada 10) se curan por completo si la enfermedad es diagnosticada a tiempo y el paciente la asume con una actitud positiva.
Fe y actitud
“Para nadie es un secreto que escuchar la palabra cáncer, a cualquiera lo asusta, porque estamos acostumbrados a utilizar esta palabra como sinónimo de muerte. En mi caso, mis padres solo se enfocaron en decirme que tenía un tumor maligno en la pierna y que me estaba haciendo quimioterapia para eliminarlo”, relató Roger Domínguez, joven barquisimetano que tuvo cáncer en la pierna izquierda cuando tan solo tenía 13 años.
Con una personalidad bien definida y una expresón fluida, Domínguez contó que la amarga travesía de su enfermedad comenzó luego de recibir un pequeño golpe en su pierna por parte de su hermano menor.
Desde ese momento, la vida de Roger y la de sus padres cambió. Los juegos de pelotas fueron sustituidos por inyecciones de quimioterapias y las noches de un matrimonio formalmente constituido, transcurrieron por 10 meses en un nosocomio caraqueño.
“Yo lo único que le pedía a Dios era que lo curara de cuerpo, alma y espíritu. Así como Dios me lo entregó sano, yo se lo entregué a él para que me lo curara y me lo devolviera sano”, aseguró Daniela Soteldo, madre de Roger, quien aseguró que afianzó su fe en Jesucristo y logró ver luces en momentos solo oscuridad.
Vencedor del cáncer
El joven, de ahora 18 años, resaltó que Dios es quien tiene el control de la vida de cada paciente y señaló que es fundamental tener fe y una buena actitud durante el tratamiento para superar la enfermedad.
«Mis padres siempre me decían que todo iba a salir bien si todos confiábamos sin dudar. Hay que entender que el cáncer no es sinónimo de muerte, incluso, yo lo veo como una nueva oportunidad para vivir. Aunque muchas butacas de quimioterapias quedaban vacías, las familias de mis amigos, que en paz descansen, hoy tienen una mejor percepción de lo que es la vida”, aseveró.