El caso de Alex Saab, el presunto testaferro de Nicolás Maduro, volvió a ir este viernes ante el pleno del Tribunal de África Occidental (Cedeao), ante el cual la defensa está pidiendo afanosamente que se ordene su libertad.
En efecto, mientras el trámite de su extradición avanza en la Corte Suprema de Cabo Verde, la defensa insiste en que el barranquillero, ficha del gobierno venezolano, es un diplomático con inmunidad, reseñó El Tiempo.
Ese mismo planteamiento lo sacaron hoy a relucir en una nueva audiencia en la que recalcaron que “al momento de su detención, Saab realizaba una misión especial humanitaria en Irán”.
“Tenía, y sigue teniendo, la condición de enviado especial de Venezuela. Por lo tanto, goza de inmunidad e inviolabilidad diplomática. Por consiguiente, no solo no puede ser sometido a prisión y a procesos judiciales por parte de Cabo Verde, sino que tales acciones violan el derecho internacional consuetudinario“.
Pero la respuesta de Cabo Verde fue contundente. Henrique Borges, su representante, alegó que el país no reconoce la autoridad del Tribunal de la Cedeao para decidir este caso, pues no ha firmado los Protocolos Adicionales de esa instancia.
Y fue claro en señalar que “no hay ningún indicio de que Alex Saab tenga condición diplomática”.
Portazo de Cabo Verde a deseos de Saab
Además, advirtió que es necesario agotar los recursos o medios locales para definir su caso. Y dijo que para sustentar la postura de su país habían hecho llegar conceptos judiciales de fondo.
La defensa de Saab, procesado en Estados Unidos por una supuesta megaoperación de lavado de activos vinculada al gobierno de Maduro, le respondió que Irán había reconocido la calidad de diplomático. De hecho, Maduro la reforzó en diciembre nombrándolo embajador plenipotenciario en África.
Pero para Estados Unidos es claro que Saab es un fugitivo, que los nombramientos no son retroactivos y que más de 60 países no reconocen como legítimo al gobierno de Maduro.